Claves para conseguir que los niños con necesidades especiales no pierdan los logros conseguidos en el curso

Esta realidad se complica en familias que tienen niños con necesidades educativas especiales. «Es cierto que reciben mucha carga de trabajo al final del día entre las horas de colegio, extraescolares, deberes y exámenes», reconoce Claudia de la Riva, CEO de Apolo Kids, aplicación educativa centrada en el aprendizaje de menores con autismo o con TDAH. «Sin embargo -continua-, es importante destacar que el aprendizaje a través del juego y la interacción en un entorno lúdico puede complementar y enriquecer la educación formal de los niños y niñas».

Esta «app» se divide en dos soluciones: Kokoro Kids, diseñada para niños de 2 a 7 años y que está apoyada por la fundación de LEGO, y Apolo Academy, para los que tienen entre 7 y 14 años. En conjunto, es una solución con la que cubrir las necesidades individuales de aprendizaje de cada niño, adaptando la aplicación mediante Inteligencia Artificial. Basado en el aprendizaje a través del juego y la teoría de las inteligencias múltiples, motiva a los niños y niñas a aprender mientras se divierten con más de 300 juegos educativos.

«Tenemos el objetivo de ser una 'app' realmente inclusiva -comenta de la Riva-, ya que partimos de la particularidad de cada uno. Gracias a la capacidad de personalización, eliminamos las barreras de acceso y participación que puedan tener los niños a la hora de aprender, independientemente de su diagnóstico. Reconocemos los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje, así como las dispares necesidades e intereses, y utilizamos la diversidad para crear entornos seguros de aprendizaje».

El hecho de afianzar conocimientos es algo que preocupa siempre a los progenitores pero aún más a quienes tienen niños con TDAH o autismo. De hecho, los principales miedos que suelen tener siempre estas familias giran «en torno al futuro, si serán independientes, si tendrán las habilidades necesarias para comunicarse, qué apoyos podrán necesitar...», explica a ABC Fátima Mulero, maestra de Educación Primaria experta en Necesidades Educativas Específicas y CEO de Auticmo, centro especializado en TEA.

La experta opina que «es importante que durante los meses de verano no se pierdan los logros que tanto cuesta conseguir a lo largo del año» pero ello «dependerá de la situación de cada familia y el propio niño». «Siempre -añade- resulta conveniente dedicar tiempo a mantener ciertas rutinas o entrenamiento de habilidades aunque sea con un carácter más informal o integrado en los tiempos de ocio».

Por eso, las aplicaciones educativas pueden resultar muy interesantes en esta época del año. No es lo mismo pasar horas ante las pantallas de manera inactiva e improductiva que pasar un rato entretenido, divertido y aprendiendo con aplicaciones que favorezcan el desarrollo de los menores.

«Nuestro objetivo es proporcionar a estos niños un entorno de aprendizaje seguro, motivador y accesible, adaptado a sus ritmos y métodos de aprendizaje», asegura de la Riva. «Reconocemos que a menudo carecen de suficientes recursos que se ajusten a sus necesidades, y por eso nos esforzamos en eliminar barreras y promover una verdadera inclusión en todas las áreas de la educación». Y todo ello a través del juego. De esta manera, «no solo se estimula la curiosidad natural de los niños y niñas, sino que también les permite desarrollar una transferencia de aprendizaje, es decir, aplicar lo que aprenden en la 'app' en situaciones reales, prácticas y significativas. Además, al contar con la posibilidad de jugar en familia, los padres pueden involucrarse activamente en el proceso educativo y fortalecer los lazos afectivos con sus hijos».

Kokoro Kids cuenta con juegos neurocognitivos, desarrollados por expertos, en los que cada niño aprende a su ritmo, ya sea de matemáticas, ciencias, lenguaje, lógica, creatividad... «Además de los juegos que fomentan el desarrollo de la atención, memoria, percepción, vocabulario o reconocimiento de emociones, ofrece otros cooperativos que fomentan la colaboración y la comunicación entre los niños. Todo ello en un entorno inclusivo que se adapta a las necesidades de los niños y niñas neurodivergentes», remarca la CEO de Apolo Kids.

Y, por supuesto, ni sustituye a la escuela ni a los docentes y demás profesionales que cada día luchan por derribar los prejuicios y creencias sobre esta realidad, «como que el autismo se cura, que se puede adquirir a lo largo de la vida o que son niños que 'viven en su mundo'», ejemplifica Mulero. «La divulgación -asegura- resulta clave a la hora de hacer frente a este tipo de falsas creencias que impiden, en muchos casos, una mayor y mejor inclusión de estos niños».

Además de encontrar ratos en los que aprender jugando este verano, la maestra recomienda a las familias «mantener una rutina independientemente de dónde nos encontremos» porque «los niños con TEA requieren de anticipación y los cambios, falta de organización o previsión pueden desembocar en situaciones de alteraciones de conducta o dificultades para el disfrute familiar».

Igualmente, considera «importante mantener el sistema de comunicación que estemos utilizando durante el año, ya que las vacaciones son un tiempo más donde el niño puede (y debe) seguir ampliando su información, interacción y habilidades comunicativas». También recomienda «evitar forzar situaciones que puedan generar experiencias tensas o conflictivas que aumenten la ansiedad y frustración de los niños» porque «las vacaciones son un tiempo para seguir disfrutando, aprendiendo y, sobre todo, descansar».