Que bailen los ángeles, Elías

Si no les ves muy motivados, quizás podrías contarles tus primeros pasos en la Danza por tu tierra valenciana. Háblales de lo que sentías en el pecho cuando cada vez que saltabas a escena como bailarín profesional, o de cómo te gustaba tenerlo todo bien sujeto cuando llegaste a Director. ¡Tienes tanto y tan bonito que contarles!

Pero no te olvides de lo más importante, querido amigo, de lo que cambió tu vida y la de tantas personas. No dejes de hablarles de tu primera academia de Danza, en la Calle Luchana de Madrid; aquella que abriste hace tanto, y a la que fueron llegando las niñas y los niños del barrio.

Y cómo era todo normal, hasta que aquel día tocaron a tu puerta dos madres, con sus dos hijas con Síndrome de Down, para pedirte por favor que las aceptaras porque sentían la música y el baile dentro, y porque nadie más las quería.

Me impresiona todavía que nunca me lo contaste como importante, que más bien casi se te escapó como una anécdota. Aquellas dos niñas pasaron, sin más, al aula de barra y espejos y todo siguió como un martes normal.

Pero detrás de aquellas niñas, fueron llegando otras y otras, que fueron pasando -sin más- a la misma aula de barra y espejos de tu academia de Luchana.

En aquel momento ni tú, ni las madres, llegasteis a pensar -ni por asomo- que las chicas y chicos con Síndrome de Down cruzarían bailando España entera y media Europa al son de «Billy Elliot», del «Lago de los Cisnes», o de «West Side Story», hasta conseguir el reconocimiento de la UNESCO como la primera compañía de del Mundo de la Danza, formada exclusivamente por bailarines con Síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales.

Pero sucedió, querido Elías, porque es a las personas como tú a las que llegan a sucederles esas cosas que jamás imaginarían. No detengas tu relato, que a los querubines ya los veo concentrados.

Si quieres, ponle un puntito más de intensidad, para hablarles justo de aquel instante en el que cambió tu vida, también un martes por la tarde en tu academia de Luchana. Fue al final de la clase cuando se te acercaron los padres y las madres de los «niños normales», para pedirte, o no sé si para exigirte, que sacaras de la clase a tus alumnos con Síndrome de Down porque lastraban el progreso a sus hijos.

Recuerda que te lo advirtieron, si no se iban aquellos alumnos, se marcharían todos los demás. Y entonces, pasó. Nada anterior en tu vida, ni nadie más en tu camino personal te obligaba. Eras libre, capaz, profesional y artista con la A mayúscula. Podías haber hecho mil cosas… dejar de incluir a los chicos con Síndrome de Down y comenzar a segregarles en clases diferentes, prescindir de ellos, pasar página de todo… Pero elegiste ser Elías Lafuente.

Elegiste el camino nuevo, el menos fácil, el de acercar para siempre la Danza a la vida de tantos cientos y cientos de bailarines con discapacidad intelectual que ya la llevaban dentro, y ser para ellos maestro y testimonio durante más de treinta años, en los que te han acompañado y por lo que hoy tanto te extrañan.

Podías no haberlo hecho, Elías, pero los grandes como tú sois grandes porque hacéis las cosas más maravillosas sin necesitar nada más que escuchar a esa voz especial que os suena dentro. Gracias amigo.

Dale, saca ya ese carácter tuyo y ese vozarrón. Despierta de una vez a esos ángeles perezosos. Mándales que se levanten de su siesta de algodón, y diles que «los ángeles de la tierra» ya bailaron de tu mano. Azúzales, pero no les hables todavía de la gira por el cielo, porque se pondrán nerviosos.

Apresúralos, que se suban al escenario, apoya tú tus codos desde abajo para que siempre te vean, y hazles bailar Amigo. Y baila tú para siempre en el cielo, baila con los ángeles que quieran bailar, y cambia sus vidas también para siempre.

Se te ha levantado el telón del cielo, querido y ya sabes lo que eso significa. Que comienza tu espectáculo. Mucha suerte, muchas gracias, un abrazo y un hasta siempre, Elías. Haremos todo por seguir aquí con lo tuyo.

ELIAS LAFUENTE ESCRIG (1959- 3 Febrero 2024). Titulado en Danza Clásica y Arte Dramático en el Conservatorio de Valencia. Profesor y Coreógrafo. Ballet Español de María Rosa, Ballet Nacional de España, Ballets de Televisión y Teatro. Ha realizado coreografías con bailarines de todas las características (especialmente Síndrome de Down). Coreógrafo de Zarzuelas, Comedias Musicales, etc... Fundador de Danza Down. Compañía Elías Lafuente. Integrada por bailarines con Discapacidad Intelectual. Síndrome de Down. Ex- Presidente de la Asociación Española de Medicina de la Danza. Miembro del CID (Conseil International de la Danse: UNESCO. París) Miembro de la Junta Directiva de la Federación Nacional Arte y Discapacidad (FNAD) Miembro de la plataforma «Despegando Capacidades» AENA.

Maravillosa persona.