Cómo acompañar a los hijos en su etapa universitaria
Según el informe 'La Universidad española en cifras', un 8% de los estudiantes de primer año de carrera cambian sus estudios y aproximadamente un 20% abandonan el grado en los años siguientes
«Un alumno no se equivoca nunca al elegir estudios, siempre se puede reinventar»
La carrera que nadie quiere estudiar pero tiene un 100% de probabilidades de encontrar trabajo
Hai Park, la alumna coreana que ha sacado la nota más alta de la Comunidad de Madrid en la Ebau, comenzará en septiembre una nueva etapa, la universitaria, que siempre genera cierta incertidumbre tanto en los jóvenes como en sus padres. «Los meses ... previos a este momento están colmados de nervios, de dudas sobre qué carrera elegir finalmente y de incertidumbre por saber cómo será su vida en la universidad», recuerda Esther Requeni, directora técnica de British School of Valencia. «Toca lidiar con el autoconocimiento, la toma de decisiones, la seguridad y la confianza en ellos mismos», añade Kevin Beer, orientador escolar en Hastings School.
De hecho, según el informe 'La Universidad española en cifras', un 8% de los estudiantes de primer año de carrera cambian sus estudios y aproximadamente un 20% abandonan el grado en los años siguientes porque «no tomé la decisión correcta», «no sabía que estudiar» o «fue la primera elección que encontré y después no me gusto».
Tanto los progenitores como sus hijos quieren afrontar la vida universitaria de la mejor manera y por ello los expertos insisten en ofrecerles las máximas herramientas para gestionar este momento lo mejor posible y transitar esta nueva etapa con tranquilidad, emoción e ilusión. He aquí las claves que ofrecen Esther Requeni y Kevin Beer para lograrlo:
¿Qué estudiar?
Según un informe de la consultora Círculo Formación, el 78% de los estudiantes de bachillerato en España no tienen claro qué grado estudiarán y un 10% barajan hasta tres posibles carreras. Además, Rocío Argudo, directora del Salón de Orientación Universitaria Unitour, señala que la decisión «se complica porque la oferta cada vez es más amplia, por lo que es necesario que los alumnos se dejen guiar por sus gustos e intenten imaginar dónde les gustaría trabajar dentro de unos años».
«Por ello, es importante apostar por una educación completamente personalizada que se enfoque en el estudiante como un ser individual y en sus necesidades únicas de aprendizaje», comenta Beer. «Al personalizar la educación -continua-, los estudiantes pueden identificar sus fortalezas y debilidades, así como sus intereses y recibir el apoyo adecuado para desarrollar sus habilidades y alcanzar sus objetivos».
Los idiomas
El conocimiento de varios lenguajes, especialmente el inglés, es una habilidad esencial. «De cara a la universidad, saber inglés es importante porque es un requisito común para la mayoría de los programas universitarios y para las universidades de habla inglesa en todo el mundo», recuerda el experto.
Una base sólida
Según el orientador escolar en Hastings School, «para tener grandes triunfos en la universidad, es necesario formarse desde mucho antes. Es fundamental inculcar una base de estudio orientada en la disciplina, organización, gestión del tiempo y obtención de buenos resultados».
Mantener una actitud positiva
«Es esencial para lidiar con las nuevas experiencias», recuerda Beer. «Una mentalidad positiva ayuda a perseverar y tener éxito en la carrera universitaria, así como, establecer relaciones sanas y significativas con los compañeros de clase, profesores y personal universitario».
Adquirir responsabilidades
Esther Requeni recuerda cómo «las familias tienden a la sobreprotección de los jóvenes», quienes deben asumir sus propis responsabilidades. «Habrá ocasiones en las que se equivoquen, pero esto también forma parte del proceso de aprendizaje -recuerda-. Y por supuesto, las familias y los profesores debemos acompañarlos, de manera que se sientan arropados en la toma de decisiones».
Comunicación y confianza
No hay que olvidar que el paso a la universidad coincide con la transición hacia la vida adulta. «En este punto, la relación entre los jóvenes y las familias también cambia», subraya la experta, que aboga por «crear un clima de confianza en el que se pueda conversar y exponer opiniones o puntos de vista diferentes para llegar a un entendimiento desde la conversación y no mediante imposiciones».
Frustración
Este es un sentimiento que quizás muchos jóvenes experimenten durante sus años universitarios. «Es probable que se equivoquen en alguna de sus decisiones y tengan que lidiar con la frustración de no haber tomado la dirección correcta. Por ello, debemos trabajar para que interioricen que 'caerse' forma parte del camino y que, ante cualquier adversidad, lo fundamental es reaccionar a tiempo y buscar una solución», comenta la responsable del British School of Valencia.« Equivocarse es lo más normal del mundo».
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Metas a corto plazo
Por último, Requeni subraya que idealizar etapa nueva etapa es un error. «Lo ideal es fijarse metas a corto plazo, ir paso a paso y evitar, así, posibles frustraciones innecesarias. Aunque puede parecer una etapa difícil para ellos, también son momentos de gran aprendizaje. Además, es muy bonito ver cómo poco a poco van definiendo su propia personalidad y dando los primeros pasos de su vida adulta. Familias y profesores debemos ser un apoyo para ellos, acompañarlos en este camino y darles la confianza para que, ante cualquier adversidad, puedan pedir ayuda si lo necesitan».
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