Pedro y Guillermo, así son los alumnos de Secundaria candidatos al mejor premio de investigación del mundo

Hace cuatro año, cuando cursaban segundo de la ESO, estos dos alumnos pusieron los cimientos de su trabajo 'La celulosa microbiana del kombucha, material ecológico del siglo XXI' . «En el laboratorio del colegio —explica Guillermo— comenzamos a combinar bacterias y levaduras para obtener la celulosa que se utiliza para hacer papel. Animados por nuestro profesor de Biología, Javier Fernández-Portal, adquirimos un kit de iniciación de una empresa alemana para fabricar kombucha. A partir de ahí, fuimos realizando cultivos de té con azúcar y bajando el Ph de las sustancias. La celulosa resultante se destina a fabricar papel y la parte líquida se emplea para hacer la bebida que ya se comercializa en nuestro país».

El objetivo final, según matiza Pedro, «es optimizar la producción de celulosa mediante cultivos de bacterias , lo que reduciría tremendamente la contaminación producida por la empresa del papel, una de las más contaminante del mundo. Es un proyecto bastante viable».

Lo curioso es que los dos jóvenes empezaron su proyecto casi por casualidad y en ningún momento, según confiesan, pensaban en presentarse a ningún concurso de investigación. «Investigar es una labor tan dura como satisfactoria. Por un lado —puntualiza Guillermo— requiere grandes dosis de paciencia, puesto que cada prueba lleva su tiempo y hay que esperar a obtener resultados. No siempre se consigue lo esperado y en varias ocasiones estuvimos a punto de tirar la toalla por ello».

«Estábamos cansados de ir probando una y otra vez hasta poder dar con lo que buscábamos para seguir avanzando y cuando no nos salía un experimento no sabíamos por dónde tirar, lo que hizo tambalear nuestro objetivo . Gracias al empuje de nuestro profesor, que no nos dejó desanimarnos ni abandonar, fuimos progresando y hasta nos presentamos a un premio de la Universidad de Navarra. ¡Y ganamos!».

Poco después también ganaron el Premio Jóvenes Investigadores del Ministerio de Educación en la categoría de Ciencias de la Vida. También consiguieron el premio de la Sociedad Catalana de Pedagogía , que significa un gran reconocimiento a nivel nacional. También lo es una mención de la Fundación ASM (American Society for Metals), una fundación estadounidense que concede becas a algunos de los estudiantes más brillantes del mundo. Y, hace tan solo unos días, en la feria nacional de investigación Exporecerca Jove, celebrada en Barcelona, su reconocimiento les ha permitido dar el gran paso de poder participar en el certamen más importante a nivel internacional: Regeneron ISEF.

«Para nosotros —reconoce Guillermo— es todo un honor representar a España, aunque también una gran responsabilidad». «Esperamos dejar el listón muy alto», apostilla Pedro.

Guillermo confiesa que le ha cogido «mucho gustillo» a la Biología , pero a pesar de todas las satisfacciones que le está dando actualmente, el año que viene seguro que se decanta por estudiar Ingeniería aeroespacial. «Mi abuelo me llevaba de pequeño a muchos museos a ver aviones y, desde entonces, me encantan y no paro de leer y aprender sobre el tema».

Lamenta este estudiante de Bachillerato que en España la investigación «recibe muy pocos fondos y que si llegara el caso tuviera que irme fuera de nuestro país para realizar con éxito su carrera profesional, lo haría sin dudar». Pedro comparte su opinión al asegurar «que es una verdadera pena que en nuestro país disponga de mucha gente creativa y con ganas de hacer proyectos de gran interés social y que, por falta de financiación, no vean la luz. «Además —añade—, sería muy conveniente que en los colegios, desde edades, muy tempranas se fomentara la investigación. Lo que ocurre es que yo creo que se prefiere orientar a los alumnos hacia carreras con salidas laborales más estables y menos arriesgadas que la investigación. A ello también se añade que muchos creen que para ser investigador hay que sacar unas excelentes notas, pero yo creo que no es así. Hay que ser buen estudiante, sí, pero, sobre todo, hay que tener curiosidad intelectual, ganas de buscar cosas diferentes, de probar, de seguir aprendiendo, de avanzar...».

Pedro y Guillermo defenderán virtualmente su trabajo —la pandemia les impide hacerlo presencialmente en California— los días 3 y 6 de mayo. «Ahora estamos preparando toda la documentación que nos han pedido en inglés —detalla Guillermo— y un vídeo explicativo del proyecto a la espera de que la primera semana de mayo tengamos que realizar la presentación final delante del jurado de forma virtual y responder a todas sus preguntas». « ¿Quién nos hubiera dicho que hoy estaríamos preparando nuestra candidatura cuando hace 4 años empezamos con las primeras pruebas de nuestra investigación? », reconoce con cierta incredulidad Pedro, entre gran orgullo e incertidumbre a la espera de conocer el resultado final del jurado.