Los 'olvidados' que no van a la universidad también deciden ahora su futuro profesional
La formación profesional, una opción laboral más que viable
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Iniciar sesiónAcaba la secundaria, punto de inflexión en la vida de nuestros hijos en que deben decidir si continuar la educación formal o no. Y, en caso de que sí, qué materias y en qué formato. Estos primeros días de junio, precisamente, muchos de nuestros jóvenes ... se han enfrentado a la temida EBAU, el paso previo a estudiar una carrera o grado universitario, y se habla mucho de cuáles son los estudios con más salidas o las facultades que ‘piden más nota’ . Sin embargo, bastante menos de otro camino, que no deja de ser formación especializada: la formación profesional .
Porque no todos los estudiantes deciden ir a la universidad, por distintos motivos (económicos, motivacionales, de competencias o capacidades, etc.). Este es un temor de muchas familias pero, según advierten desde la escuela Utad, «los padres de jóvenes que deciden otro tipo de estudios no deberían preocuparse por que sus hijos puedan obtener un buen puesto de trabajo, si eligen el ciclo formativo adecuado».
Es verdad, reconocen, «que muchas familias aún piensan que estos últimos pueden ser estudios ‘menores’ , normalmente por desconocimiento y prejuicios de una época anterior en que el sueño de muchos padres y madres era darles a sus hijos la educación universitaria que ellos no tuvieron». Sin embargo, en los últimos años, la FP ha demostrado su utilidad como herramienta de inserción laboral para los nuevos profesionales que demanda el mercado y, por ello, cada vez hay un mayor interés por ella -según el informe la “Estadística del Alumnado de FP” publicado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional en los últimos cinco años el porcentaje de alumnos inscritos en FP ha aumentado un 23,3%, y ha evolucionado en especial la FP Superior-.
No solo eso, también es importante su empleabilidad , cuyas tasas incluso superan -dependiendo, claro, del área a comparar- a las de los grados. Nayra Déniz, directora del centro profesional en U-tad, que imparte tanto ciclos formativos como grados, nos da un dato muy ilustrativo: «En el caso de los ciclos formativos de grado superior que impartimos en U-tad (tecnológicos y artísticos) la tasa de empleabilidad asciende a un 99%, dato muy igualado al porcentaje de nuestros alumnos de grado».
Más allá de fontaneros y administrativos
Hoy día la oferta es tan amplia que podríamos decir que hay un ciclo formativo para cada estudiante, desde dietista a cámara de televisión, de auxiliar de enfermería a experto en animación 3D. Y, por supuesto, también para algunas de las profesiones -más que del futuro, del presente- más demandadas como la ciberseguridad. Actualmente los estudios de Grado Superior más solicitados suelen ser justamente los relativos al sector de las nuevas tecnologías y al artístico debido al auge y consumo del ocio digital, como aplicaciones multiplataforma o Animaciones 3D, juegos y entornos interactivos.
En estos casos entonces, ¿el nivel de conocimientos se podría equiparar, por ejemplo, al de un ingeniero? No exactamente. Según explica Nayra Déniz, directora del centro profesional en U-tad, «el alumno de FP está más especializado en ciertos campos concretos y prácticos (bastionado, instalación de software de seguridad, detección de vulnerabilidades, etc.), mientras que el alumno de grado tiene una visión más amplia y holística del desarrollo software en más aspectos y en concreto, en ciberseguridad, pudiendo desempeñar puestos de mayor responsabilidad». Por ejemplo en el caso de especializaciones como ‘Ciberseguridad en entornos de las tecnologías y la información’, que imparte U-tad, la capacidad adquirida sería muy similar: «Al finalizar sus estudios, un graduado de FP especializado en ciberseguridad y un graduado universitario con la mención en ciberseguridad (2 años), en cuanto a la especialidad, salen con un nivel equivalente», explica Déniz.
Así, concluye esta experta, «podemos afirmar que la FP (o ciclos formativos, ya sean de grado medio o grado superior) se distingue por formar a profesionales quizá más especializados, frente a otros estudios que proporcionan una formación más académica y generalista. Y que al ser su plan de estudios más breve y especializado, permite a los alumnos acceder al mercado laboral en un plazo de tiempo más corto, y siempre desde un punto de vista práctico, aprendiendo el 'saber hacer' mediante la realización de numerosas prácticas y de proyectos orientados siempre a la formación para la empresa». Una opción, sin duda, a tener en cuenta.
Déniz no quiere dejar de aconsejar a todos los progenitores, preocupados por el futuro de sus hijos y su bienestar laboral, «que investiguen con ellos según sus capacidades, habilidades y preferencias esta opción muy real y, seguramente, muy fructífera».
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