Exámenes
Estudiar de noche o de día, ¿qué es más productivo?
Miles de alumnos están en estas fechas hincando codos en horarios muy diversos que pueden afectar a su aprendizaje
¿Qué día termina el horario de verano?
Selectividad 2021: ¿en qué comunidades es posible presentarse con alguna asignatura suspensa?
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónMiles de adolescentes están actualmente dando el apretón final para los últimos exámenes del curso o para afrontar la que ya se ha denominado como temida Ebau. En esa olimpiada de hincar codos , lo cierto que es algunos prefieren concentrar sus horas de ... estudio por las noches bajo el argumento de que hay más silencio y menos distracciones, mientras que los hay que prefieren levantarse pronto al asegurar que están más frescos para coger los libros y apuntes. ¿Es una opción más adecuada que la otra para sacar mejor provecho al estudio?
Según Robert Cilveti , especialista en medicina del Sueño de AdSalutem Instituto del Sueño , explica que esta decisión depende fundamentalmente de dos factores. En primer lugar menciona que cada persona debe conocer su cronotipo , una variable de la personalidad que hace que unas personas funcionen mejor de noche y otras por la mañana temprano. «Para determinarlo, basta con que el estudiante se pregunte y analice en profundidad en qué momento se siente más activo y en alerta para afrontar estas funciones de concentración y así pueda ajustar mejor sus horas de estudio. Cierto es que en la adolescencia hay una tendencia clara a ser verpertino y con la edad volverse más matutinos. Eso explica, por ejemplo, porque de madurgada hay tantos jóvenes en las calles».
Sin embargo, este especialista advierte de que el instante en el que el aprendizaje se consolida en la memoria es durante el sueño REM , que se produce fundamentalmente en la última fase del sueño y «si no se duermen las horas suficientes porque en esa última parte ponemos el despertador para levantarnos estamos perjudicando esa fijación de contenidos en la memoria».
Lo más indicado, señalan la mayoría de los expertos en la materia, es que las horas de descanso y sueño no se vean afectadas. Aseguran que los adolescentes deben dormir una media de 8 a 10 horas diarias para un rentable y fructífero tiempo de concentración. Hay informes que señalan que el 95% de los adolescentes duermen poco y, por ello, tienen un bajo rendimiento cognitivo académico, sin mencionar los problemas que la falta de sueño conlleva respecto a la creciente obesidad y depresión en los jóvenes.
Pero hay que ser objetivo, según apunta Jaime Guijarro , responsable del departamento de orientación profesional del Colegio Joyfe . Incide en que el adolescente es por naturaleza un ser nocturno por su ritmo circadiano —los cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas—. Por este motivo, les resulta muy complicado dormirse antes para levantarse pronto al día siguiente. «Es por ello lógico que no puedan acostarse sobre las 10 de la noche porque su cabeza no les permite conciliar el sueño, a lo que se suma que agarran el móvil, les activa y les retrasa aún más el descanso».
Curiosamente, señala Guijarro, es contradictorio que a estas edades es cuando en los colegios e institutos se les cambia el horario a los adolescentes y se les hace entrar a las 8 de la mañana, cuando se debería permitir que entraran a las 10 de la mañana para que su rendimiento fuera más efectivo. «Los profesores estamos cansados de ver alumnos que entran a esas horas en las aulas medio dormidos , lo que les repercute en la concentración en las asignaturas de primera hora de la mañana. ¿Que por qué no se cambian los horarios a más tarde? A ver quién es el primero que lanza la primera piedra».
La regla de oro
Este experto insiste en que no descansar bien provoca que los alumnos comentan más errores en los exámenes por no consolidar bien lo aprendido, puesto que al dormir el cerebro transfiere lo aprendido a la memoria a largo plazo para que se consolide. De lo contrario, lo estudiado se desvanece. «Fomenta además distracciones como, por ejemplo, contestar solo a una cuestión de las varias que se plantean en un ejercicio, así como la mala comprensión lectora en los enunciados de las preguntas. Una investigación de la Universidad Complutense asegura que el 50% de los exámenes suspendidos se produce por contestar cosas diferentes a lo que se pregunta».
Jaime Guijarro explica que la regla de oro para un correcto aprendizaje sería encontrar un adecuado equilibrio entre tiempo de estudio, tiempo de distracción y tiempo de sueño. «No me atrevo a asegurar si es mejor estudiar por la mañana o por la noche, depende de cada uno y sus circunstancias, pero lo que sí reitero es la necesidad de cumplir con las 8 a 10 horas de sueño». En el caso de no poder hacerlas del tirón , propone que el estudiante dedique la mañana al estudio y cuando apriete el calor haga una pequeña siesta para seguir luego con el estudio y el tiempo de ocio. «La siesta es adecuada en las horas de más calor porque las altas temperaturas son el enemigo de las funciones cognitivas debido a que el cuerpo tiene un mecanismo para enfriarse y consume más glucosa, que es el alimento del cerebro».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete