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Esta es la mejor manera de educar la atención de un niño en un mundo multitarea

María de Hontanares López, profesora del Máster en Neuropsicología de UNIR, aporta estrategias para educar la concentración en los estudiantes

Carlota Fominaya

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Ante el cambio constante que fomentan las pantallas, ¿cómo lograr que los estudiantes se concentren en lo que deben hacer en cada momento? «Para empezar, la multitarea no existe, es un neuromito», afirma, María de Hontanares López, profesora del Máster en Neuropsicología de UNIR . «El cerebro no es multitarea, no está preparado para hacer dos tareas que requieren atención sostenida y selectiva. Es verdad que una persona sí puede andar y comer un chicle, pero es porque nuestro cerebro distingue entre actividades automáticas, que hacemos de forma mecánica, y las conscientes, que sí rerquieren de atención».

Lo que sí hace nuestro cerebro, prosigue esta profesora del Máster en Neuropsicología de la UNIR, «es cambiar la atención de una actividad a otra, en lo que se llama asignación alterna. ¿Cuál es el problema de estas asignaciones alternas? Que hay un coste cognitivo súper alto. ¿Por qué? Por muchas cosas, entre otras, aumenta la secreción de cortisol y adrenalina y esto produce ansiedad y estrés».

« Estamos acostumbrando a los niños a una estimulación externa continuada . Les estamos enseñando a buscar novedades continuamente. Eso hace que cambien de tarea y que no sepan focalizar en una cosa. Porque cuando obligamos al cerebro a que cambie tan rápidamente de tarea, gastamos todos sus nutrientes algo que no debería gastarla, la eficacia es menor y se producen muchos más errores. Pero lo más importante es que encima estamos llevando al cerebro a un empobrecimiento de la atención », explica esta experta. La cuestión es, prosigue, que «muchas veces decimos: qué difícil educar la atención. NO. Lo que hay que educar es mantenerla . Saber controlar y seleccionar esos estímulos que nos llegan. y eso supone un súper reto en la educación de nuestros hijos: saber concentrarse en una asunto concreto, no a todo lo que está alrededor».

Hontares López aporta las siguientes estrategias para educar la concentración en los estudiantes:

Consejos para los alumnos

1) Planificar: un plan con unos objetivos bien planificados, que no les permita caer en la dispersión. «Voy a centrarme y esto les lo que voy a hacer. Y si en esa planificación tienen dos tareas, planificar cuales son las que tienen que hace primero en función de la importancia».

2) Aprender a agrupar tareas similares. Si tengo que hacer dos tareas similares, será mejor que estén muy relacionadas porque de esa manera a mi cerebro le costará mejor saltar de una a otra.

3) Parar un minuto y comprobar el estado de sus tareas u objetivos. Chequear la lista. Autoaprendizaje.

4) Eliminar distracciones. Creemos que lo más importante es que lo más importante es trabajar con ellos funciones ejecutivos: de una manera muy coloquial, la capacidad de dirigir tu comportamiento.

5) Practicar la inhibición: Van a llegar mil estímulos y seleccionar qué respuesta le das a esos estudios. «Un niño está en la mesa de su habitación haciendo un dibujo que le han pedido en el cole y ve a su derecha un muñeco, tiene que tener la capacidad para decir "estoy haciendo un dibujo. luego me dedicaré al muñeco"».

6) Dentro de esa planificación, hay que saber organizar, anticiparse y ensayar diferentes situaciones. Repetir una actividad para que los niños lo conviertan en un hábito. Primero leer, entender, buscar respuestas, seleccionar respuestas y dar la respuesta correcta.

7) Flexibilidad cognitiva: Saber adaptarse a diferentes situaciones, no bloquearte cuando llegue un cambio.

8) Trabajar la ejecución dual: «Acabamos de decir que el cerebro no lo puede hacer pero ¿que sí puede hacer? Fortalecer las interconexiones entre los dos hemisferios cerebrales: el cuerpo calloso», explica María Hontanares. «A mi me interesa que el niño aprenda a mandar información de un lado al otro de forma muy flexible. ¿Cómo podemos trabajar esto en el colegio? Poniendo una horita de sumas con música tranquila de fondo. Con esto tratamos de favorecer que el niño sepa bloquear la música y se focalice en la actividad que está llevando a cabo. Todo esto al final lo hacemos para desarrollar la corteza prefrontal, que es la que se encarga de la voluntad, atención, planificación…».

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