Así se desprenden los jóvenes del pudor, miedo e introversión a través del teatro

¿Cómo se desarrolla esta actividad teatral?

Con estos premios nos dirigimos al público joven de todos los puntos de España. Se celebran a lo largo del curso escolar, como una actividad complementaria a su formación académica. Una actividad que los acompaña en una etapa clave de su desarrollo como “futuros adultos”. Por eso, contamos también con la colaboración de los docentes y de los propios centros, además de con el Ministerio de Cultura a través del INAEM.

El certamen en sí se desarrolla en sucesivas etapas, tanto a nivel nacional como regional. Con ello, garantizamos el máximo número de oportunidades y podemos llegar al mayor número de jóvenes y de docentes a través de las diferentes iniciativas de formación que forman parte de la experiencia. Además, como somos muy conscientes de la pluralidad que caracteriza España, se trata de un concurso totalmente abierto a todas las lenguas del Estado.

Y no solo eso. En línea con nuestro compromiso por hacer que cada edición sea lo más rica, diversa e inclusiva posible, evolucionamos constantemente para adaptarnos a las necesidades y la realidad de nuestros jóvenes y de la comunidad educativa. El año pasado, por ejemplo, incorporamos dos nuevas modalidades al concurso: el Audioteatro y el Monólogo. Se trata de nuevos formatos que se han sumado a la modalidad de Espectáculo Teatral. Y tengo que decir que han tenido una gran acogida. Además, en lo que respecta al desarrollo y la puesta en marcha de los premios, por primera vez en 19 ediciones, este año se va a realizar en formato híbrido, combinando formaciones online con eventos y cursos presenciales. Con eso, queremos llegar al mayor número de jóvenes interesados en participar, en todos los rincones de España.

Después del comienzo del certamen y de recibir las candidaturas, entre marzo y abril celebramos los Campus de Invierno, que son unas sesiones de formación para participantes y docentes. Se han desarrollado en Madrid, Bilbao, Alicante, Tenerife o A Coruña. Posteriormente, ha habido formaciones online para los profesores y los chicos que no pudieron asistir presencialmente con el fin de que tuviesen la oportunidad de acceder a los mismos programas.

En los próximos días tendrán lugar las galas autonómicas, en las que se elegirán cuáles son los proyectos ganadores de cada región. De ellos se elegirán los finalistas nacionales, que pasarán a la fase final, que se celebra en Madrid. Allí, y coincidiendo con el fin del curso escolar, tendrán la oportunidad de representar sus obras ante el público real. Será una verdadera primera experiencia profesional sobre las tablas. En esos días, un jurado formado por profesionales de las artes escénicas, como Angy Fernández, Carlos Hipólito o María Adánez, entre otros, serán los encargados de seleccionar a los ganadores.

¿Qué aporta el teatro a los jóvenes?

Vivimos en un mundo que evoluciona cada vez más rápido y de forma bastante inesperada. Lo que antes parecía seguro puede ya no serlo, todo se transforma muy deprisa. Eso produce cierta inseguridad, que no siempre es fácil de asimilar, sobre todo a ciertas edades. Por eso, es importante recordar que, ante situaciones como la actual, siempre hay formas innovadoras de afrontar la formación, para responder a las nuevas perspectivas laborales y a los retos que surgen de cara a un mañana lleno de interrogantes, pero también de desafíos apasionantes.

A través de programas como los Premios Buero de Teatro Joven, les ofrecemos a los jóvenes un espacio -en este caso, el teatro- para que puedan dar rienda suelta a sus ganas o a su necesidad de expresar cómo están viviendo todos estos cambios. Especialmente, en una etapa clave de su vida como es la adolescencia. Al mismo tiempo, todos aquellos jóvenes que, por las circunstancias que sean -pudor, miedo, introversión- todavía no han dado el paso o no son conscientes de tener esa necesidad de expresarse, pueden encontrar en el teatro un estímulo para dar ese primer paso y empezar a hacerlo.

Pero esto es un intercambio en dos direcciones. Y en la misma medida en que el certamen enriquece a los jóvenes, con su participación ellos también nos dejan un importante legado, año tras año. Los premios se han convertido en un espejo vivo del talento jóven y de las ideas e inquietudes que cada nueva generación trae consigo. Sus obras son un buen reflejo de ello, no importa que sean de creación propia o versiones de grandes clásicos. El simple hecho de elegir un tema en especial ya nos dice mucho de lo que piensan, de lo que temen y desean, y eso nos ayuda a entender un poco más su propia realidad.

De esta forma, hemos podido ser testigos de adaptaciones y propuestas sorprendentes, basadas en textos de grandes autores de todos los tiempos como Lope de Vega, Federico García Lorca, Fernando Fernán Gómez, John Steinbeck, Lin-Manuel Miranda o el propio Buero Vallejo, que da nombre al concurso. Y también hemos descubierto obras originales con temáticas que les tocan muy de cerca, especialmente en lo que se refiere a contenidos con una clara vocación de denuncia social: desde el acoso escolar, a la exclusión social, el feminismo y la igualdad entre hombres y mujeres, o la visibilidad del colectivo LGTBI+.

¿De qué manera benefician las técnicas teatrales a su desarrollo como personas?

Los proyectos están diseñados para ayudarles a desarrollar nuevas capacidades cognitivas de una manera lúdica, diferente y complementaria a la formación que reciben en el aula. Unas capacidades que, además, les serán muy útiles en su futuro, no solo como estudiantes sino también como personas adultas creativas.

La experiencia del teatro abarca muchas facetas y experiencias que repercuten positivamente en el aprendizaje y en el propio desarrollo de los participantes. Desde adaptar un texto teatral o crearlo desde cero, a trabajar en todo lo que implica la puesta escena (atrezo, vestuario, iluminación…) o en la creación del personaje. Es un proceso muy enriquecedor y completo en el que no solo se estimula la creatividad, sino que también se refuerzan habilidades como la memorización, la expresión corporal y verbal o la empatía con tus compañeros.

¿Cómo puede beneficiarles en su futuro desarrollo profesional?

Queremos que nuestros programas sean una experiencia inolvidable para los jóvenes. Y que lo sean en todos los sentidos. Una que les marque y que les sirva para afrontar su futuro con más confianza.

El último estudio “Necesidades de las empresas en materia de RR.HH. en un entorno post-Covid” de la Cámara de Comercio nos describe un escenario en el que las empresas valoran, cada vez más, competencias en las llamadas soft skills, como son la creatividad o la capacidad de comunicarse, comprender y de trabajar en equipo.

A lo largo de todos estos años, nuestra ambición siempre ha sido que Programas como los Premios Buero de Teatro Joven sean herramientas de capacitación y de desarrollo, que preparen a los jóvenes para esas nuevas exigencias y les ayuden a afrontar los diferentes escenarios que se van a encontrar.

¿Es el concurso una posible cantera de nuevos talentos? ¿Qué posibilidades hay tras finalizar el programa y entregar los premios?

Es un enorme orgullo que cerca de 98.000 jóvenes hayan pasado por los premios en estos diecinueve años. Pero también lo es que muchos de ellos hayan descubierto con nosotros su vocación. Que hayan apostado por el teatro, no solo como una plataforma para expresarse y para seguir formándose en esta etapa de su vida, sino también como una profesión en la que desarrollar una carrera. Es decir, como una forma de vida.

Los premios se han convertido en una particular ‘cantera’ de jóvenes talentos por la que han pasado nombres como Chechu Salgado, que este año se hacía con el Goya a Mejor Actor Revelación; Natalia Huarte, quien no solo pasó por los premios como participante, sino que ahora forma parte de ellos como miembros del Jurado nacional, o el actor Nacho Sánchez, que triunfa actualmente en el cine.