El colegio Bellas Vistas defiende su «verdadera inclusión» de los alumnos con discapacidad

Este centro educativo emitió un comunicado en respuesta a las críticas vertidas por Gemma Dávila, madre de un niño de cuatro años que en septiembre empezó allí el curso en este colegio, centro público de escolarización preferente para alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE) dedicado a niños con discapacidad motórica.

La madre denunció que el pequeño, Rubén Romero, tiene una parálisis cerebral que le provoca problemas de movilidad física y en el habla, y desde los servicios de Atención Temprana le recomendaron «vivamente» este lugar. «Sin embargo, de seis horas lectivas, mi hijo se pasa cinco fuera de la clase , apartado junto a los demás niños con discapacidad en el edificio de fisioterapia», dijo la madre a Servimedia.

El colegio rechaza contundentemente estas acusaciones «falsas» y destaca que escolariza «desde hace más de 30 años a alumnos con discapacidad motórica». Actualmente acoge a más de 40 alumnos con diversas discapacidades y ensalza la «dedicación y esfuerzo» de todos sus profesionales «para lograr no solamente una integración, sino una verdadera inclusión de todos sus alumnos, ajustando sus recursos a las necesidades de cada uno de ellos, dándoles un trato personal e individualizado».

En este sentido, subraya que dispone de profesores especialistas en Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, fisioterapia, enfermera y técnicos educativos, además de los tutores y otros profesores especialistas. Todo ello facilita que los alumnos con necesidades educativas especiales reciban «tratamientos y número de sesiones adecuados a sus patologías».

Los alumnos con discapacidad de Infantil, como el pequeño Rubén, disfrutan de tratamiento de Pedagogía Terapéutica « dentro del aula para facilitar la socialización entre iguales » y que los estudiantes no tengan que ser apartados del resto de sus compañeros.

Los tratamientos de fisioterapia y logopedia sí se realizan fuera de la clase y, «en función de las necesidades del alumno, oscilan de una a cuatro sesiones a la semana y, en grupos de uno, dos o como máximo tres alumnos». «Por lo tanto, un alumno con necesidades educativas especiales de Infantil pasa como máximo ocho sesiones semanales de las 25 lectivas, recibiendo tratamiento fuera de su aula de referencia», señala.

Aunque la madre aseguraba que en la clase de Infantil había 27 alumnos y cuatro de ellos tienen discapacidad, el colegio lo niega y fuentes del centro han precisado a Servimedia que en realidad son 25 alumnos , de los cuales tres necesitan una atención especial, incluido Rubén. Asimismo, sostienen que la familia del niño no ha trasladado ninguna de estas quejas a la dirección y se encuentran «muy dolidos» por sus críticas.

El colegio admite que este curso tiene menos recursos para dedicar a los alumnos con discapacidad porque «al pasar a ser línea uno en Infantil (una clase por nivel) se ha perdido el profesor de apoyo a esta etapa », pero subraya que es la única disminución y no ha afectado a la integración.

También destaca que los alumnos motóricos que se escolarizan de oficio y cumplen las condiciones legales establecidas «tienen derecho a una ruta escolar gratuita desde su domicilio al centro» y el comedor tampoco tiene coste para ellos.