Una buena luz ambiental en las aulas escolares para combatir la miopía

Las recomendaciones de los oftalmólogos Salvador García y Ramón Medel han sido recogidas por Efe durante la presentación del XLVII Congreso de la Sociedad Canaria de Oftalmología celebrado en La Laguna, para quienes el aprendizaje a través de pantallas «es muy adecuado» y no altera el funcionamiento visual .

El trabajo de cerca que realiza el ojo y el enfoque que adapta en la pantalla es el mismo que en las hojas de un libro, han subrayado, y el uso saludable de dispositivos electrónicos para formar a las nuevas generaciones es la mejor forma de aprendizaje porque, entre otros aspectos, llega antes al cerebro.

«Los ojos están para utilizarlos. Si les pedimos ahora a los niños que cojan un libro, cuando ya usan perfectamente la pantalla de un móvil, no se van a adaptar. Nosotros estamos acostumbrados a otras cosas, pero en las nuevas generaciones ya ocurre lo contrario», ha apostillado Ramón Medel.

La también oftalmóloga y presidenta del comité organizador del Congreso, Alicia Pareja, ha subrayado que mal el uso de estas nuevas tecnologías tiene más incidencia en otras patologías, como la obesidad infantil o problemas de espalda, si los niños no realizan actividad física.

Y en el caso de la miopía, por ejemplo, Salvador García ha recomendado evitar ciertos factores ambientales que inciden en el desarrollo de la enfermedad, como la realización de tareas diarias con poca luz ambiental y una mala alimentación, y ha incidido en la importancia de acudir regularmente al oftalmólogo.

«Realizar tareas del hogar con mala iluminación, con mala luz ambiente, aumenta la miopía: eso está demostrado. No se ha demostrado todavía que la utilización de las móviles y de los ordenadores actuales, que ya incorporan protectores visuales, altere la miopía», ha recalcado García.

Para Ramón Medel, de hecho, una persona que padezca de una dioptría u otra alteración leve que no lea habitualmente o fija la vista en pantallas «podrá pasar sin gafas» , pero otra que tenga incluso menos dioptrías y sí gaste horas delante de un móvil o de un libro padecerá más problemas en los ojos, como mayor sequedad, picores y menor calidad visual.

«Cuando uno fija la vista en cualquier actividad, el índice de parpadeo es infinitamente inferior. Mientras que un parpadeo normal e involuntario es de 14 a 20 veces por minuto, cuando se fija la vista puede llegar a ser de 3 o 4 si se está concentrado en eso», ha añadido Medel.