Las 10 preguntas que debes hacerte antes de mandar a tu hijo a estudiar al extranjero de forma segura

1. ¿Por qué debo enviar a mis hijos al estudiar fuera?

Además de constituir en sí misma una experiencia personal y formativa altamente provechosa, cursar un año escolar fuera, ayuda al joven a adquirir unas capacidades que facilitarán su posterior incorporación en el mundo laboral y le aportarán una clara ventaja competitiva en el transcurso de su carrera profesional.

Junto al beneficio de dominar un segundo idioma, la vivencia de un año académico fuera de nuestro país permite al estudiante, desarrollar una serie de aptitudes, como:

La capacidad de integración y de aprendizaje en entornos cambiantes

Flexibilidad

Apertura de mente ante otras culturas

Capacidad de decisión responsable

Capacidad de respuesta en un entorno intercultural e iniciativa

Todas estas capacidades son muy valoradas por las consultoras especializadas en la captación de profesionales, por ser especialmente requeridas por la compañías ante la creciente internacionalización del mundo empresarial.

Un curso escolar en el extranjero no sólo contribuye a ampliar las perspectivas laborales, sino que también enriquece a la persona. Estudiar fuera del entorno familiar habitual ayuda al joven a madurar, a reforzar la confianza en sí mismo, a adquirir una mayor responsabilidad, y a entender y respetar comportamientos sociales y manifestaciones culturales diferentes.

En definitiva, se trata de una vivencia que le resultará sumamente útil y muy valiosa, tanto para afrontar su carrera profesional con las mejores garantías, como en su vida personal.

2. ¿está mi hijo preparado para desarrollar esta experiencia?

Son los mismos padres, que conocen bien a sus hijos, con la ayuda de las empresas organizadores, las que son capaces de valorar la madurez del estudiante y su capacidad de adaptación a este tipo de programa. Cada estudiante es un mundo, por ello es importante analizar por parte de la empresa/agencia, experta en este de programas, el carácter del candidato.

Importante destacar que esta es una decisión que tiene que ser compartida y aceptada entre padres e hijos, ambos tienen que estar preparados para afrontar esta separación.

3. ¿Cuánto tiempo necesito para planificar la organización del programa?

Siempre se recomienda que sea cuanto antes mejor, evidentemente depende también del tipo de programa. Por ejemplo un año académico se recomienda que sea aproximadamente unos 9 meses antes, ya que supone más tiempo para organizarlo para la agencia y para que el estudiante empiece a asimilar su experiencia.

Un programa corto de verano o durante el año no requiere tanto tiempo, pero cuanto antes se gestione mejor organizado estará.

4. ¿Qué edad es la más recomendable?

La mayoría de los programas para niños en el extranjero son a partir de los 10 o 12 años hasta 15 a 18. Por un lado, a esta edad los niños empiezan a ser lo suficientemente maduros y responsables como para afrontar esta experiencia y lógicamente cada estudiante es diferente, así como la familia y estas condiciones pueden variar.

5. ¿Es recomendable que la experiencia sea en solitario o con otros compañeros o hermanos?

Totalmente recomendable que la experiencia sea en solitario, es la mejor fórmula para que la inmersión sea completa y eficaz.

6. ¿Con qué empresa contratamos la gestión de la organización del programa?

Hay que dejarse asesorar por auténticos profesionales, es decir empresas legalmente constituidas que se dedican de forma profesional a esta actividad. Verificar si la agencia cuenta con una garantía de calidad que defina los requisitos exigibles a los promotores de cursos de idiomas y los niveles de calidad de todos los servicios relacionados: La norma Aseproce.

Verificar, además, si la agencia pertenece a una asociación profesional que avale la calidad y la legislación vigente. También es interesante consultar varias opciones antes de optar por una y recabar la máxima información del programa antes de contratarlo.

7. ¿Qué destino, tipo de programa es el más adecuado?

Determinar cuál es el mejor país para estudiar en el extranjero es una tarea difícil. Va a depender de muchos factores, de la edad de la estudiante, del idioma que quiere aprende, de la rama que quiere estudiar, ya que los programas no son iguales en todos los países. El precio posiblemente también tenga un valor especial a la hora de decidir.

Reino Unido

Puede ser por sus lazos históricos con tantas partes del mundo o por la pasión que sienten sus aficionados por el fútbol. Puede ser por su particular pronunciación y jerga del inglés o por tener el castillo de Harry Potter. Pero, por alguna razón, a los estudiantes les encanta estudiar en el extranjero en Inglaterra.

Es un destino ideal para los alumnos que nunca han estado fuera del país, ya que ofrece una incursión más sutil en el mundo de las diferencias culturales. El inglés se habla en todas partes y encontrar tus marcas favoritas en casa probablemente no sea un problema aquí.

Francia

Desde las deslumbrantes luces de la ciudad y las vistas de París hasta el sol costero y la diversión de la Riviera francesa, los estudiantes adoran el romanticismo de Francia. Por no hablar de su importante papel en la moda o sus aventuras culinarias. Una oportunidad única de estudiar un año académico en el extranjero aprendiendo francés.

Canadá

Canadá tiene una política nacional de multiculturalismo y celebra la diversidad del país. Hablamos de una sociedad industrial de alta tecnología con un alto nivel de vida. Un país muy tolerante, en el que puedes estudiar tanto en francés como en inglés. Ideal para potenciar el aprendizaje de idiomas mientras estudias un año en el extranjero.

Irlanda

Con paisajes escarpados y terrenos vírgenes, Irlanda está repleta de oportunidades para la aventura al aire libre. Además, los irlandeses son famosos por ser una de las personas más hospitalarias del planeta. Acogedores, amables y generalmente dotados de un vivo sentido del humor, son una excelente motivación para estudiar en el extranjero en Irlanda.

Desde negocios hasta humanidades e ingeniería, estudiar en el extranjero en Irlanda te da la oportunidad de elegir entre una gran selección de cursos que cumplen con los requisitos para la mayoría de los títulos.

Estados Unidos

No es un secreto que las universidades en los Estados Unidos continúan manteniendo una fuerte presencia entre las mejor clasificadas del mundo. Parcialmente, esto tiene que ver con qué tan bien financiadas y apoyadas están las universidades estadounidenses, pero también tiene que ver con los altos estándares académicos y los requisitos rigurosos que inculcan en sus estudiantes.

8. ¿Suelen adaptarse bien los estudiantes que completan un curso fuera? ¿Cuáles son las dificultades más frecuentes de adaptación?

Hay un tiempo de ajustes y adaptación lógico y natural en este tipo de experiencias, pueden ser dos, tres o cuatro semanas y lógicamente dependerá de la personalidad del estudiante.

La adaptación al estilo de vida en otro país pasa por una serie de etapas y es conveniente estar advertido de antemano de que se trata de un proceso absolutamente normal.

Al principio, puedes vivir algunos momentos de cierta frustración y desánimo, te puedes encontrar perdido al no entender bien el idioma o puedes sentir el deseo de volver a casa porque echas de menos a la familia a los amigos. Estos sentimientos son síntomas de que estás pasando por una experiencia de “choque cultural”.

El choque cultural viene motivado por la experiencia de vivir otra cultura donde los valores, las costumbres, las normas de comportamiento, el horario, las comidas, son diferentes de aquellas de aquellas a las que el estudiante está acostumbrado.

La dificultad con el idioma puede ser uno de los factores más importantes que contribuyen al choque cultural.

Existen varias fases:

Al principio, todo puede resultar interesante atractivo, por la novedad. Acaba de llegar el estudiante y es el centro de atención. Fascina encontrarse con un país con el que tantas veces se ha soñado

En una segunda fase, se siente que la novedad se termina y uno se encuentra con la fase de adaptación real. Se perciben las diferencias entre las culturas, costumbres, el horario, las comidas.

Frustración por no poder desplazarse con libertad porque las distancias son grandes y hay poco transporte público.

En una tercera fase, el estudiante se va familiarizando con su entorno, y los progresos en el idioma le facilitan la comunicación, hacer amigos, y moverse con soltura en el colegio y en la familia.

El estudiante aprende adaptarse a las costumbres y forma de vida si quiere sobrevivir

Al final se aprende a manejar en el idioma con soltura, y estará perfectamente integrado en el ambiente, disfrutando de la estancia.

9. ¿Necesito seguro médico?

Es obligatorio y necesario tener cobertura de un seguro médico. Las agencias lo incluyen en el precio. También es necesario tramitar la tarjeta sanitaria internacional que se tramita en las oficinas de la Seguridad Social, para los cursos que se realizan en países de la UE.

10. ¿Cómo ayudar a mi hijo para que esta experiencia sea un éxito?

Una vez elegido el programa, aún quedará mucho por hacer antes de partir, y esperar a último momento siempre resulta ser un gran error. Además de cerciorarse de que su hijo complete la solicitud a tiempo, tramite o renueve su pasaporte, y cuente con todas las visas necesarias, indíquele que comience a considerar los aspectos emocionales y físicos que conlleva la inminente experiencia de estudiar en el extranjero. Prepararse para un viaje de estudios en el extranjero implica mucho más que seleccionar el programa, comprar el billete de avión, y despedirse de los amigos y familiares.

Ir a otro otro país, en cualquier circunstancia y por el período que sea, constituye un proyecto serio. Su hijo debe tomar la iniciativa de investigar sobre el país, la cultura y la gente del país de destino, a fin de adquirir la información y los conocimientos necesarios para hacer de su viaje una experiencia exitosa. Usted puede ser de gran ayuda, o simplemente mantenerse “informado”. Asegúrese de saber todo lo que necesite saber, y de que su hijo cuente con todo lo necesario para partir en las mejores condiciones.