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El peor país del mundo para ser madre

La mortalidad materna, una de las más altas del mundo, con 400 muertes por cada 100.000 mujeres embarazadas, según ha explicado la ONG en un comunicado.

S.F.

Afganistán es el peor lugar para ser madre o bebé, según denuncia la ONG World Vision que, con motivo del Día Internacional de la Obstetricia el 31 de agosto, ha querido visibilizar la situación de las mujeres afganas en relación con la salud a la hora del parto y de los niños menores de cinco años, según recoge Ep .

La mortalidad materna en Afganistán es una de las más altas del mundo, con 400 muertes por cada 100.000 mujeres embarazadas, según ha explicado la ONG en un comunicado. El personal médico cualificado y la información sobre el embarazo y el parto que podrían salvar vidas, no están disponibles para todo el mundo, especialmente en las áreas rurales, ha lamentado.

La mortalidad de los niños es la más alta del mundo, según la ONG, con 97 menores de cinco años fallecidos por cada 1.000 nacimientos de niños vivos, y en la edad adulta la expectativa de vida es menor que en cualquier parte del mundo tanto para hombres como para mujeres.

Uno de los Objetivos e Desarrollo Sostenible de la ONU es el de reducir la tasa de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 embarazadas a nivel mundial y reducir la tasa de mortalidad infantil a menos de 12 muertes de menores de cinco años por cada 1.000 nacimientos para 2030, ha recordado la entidad.

Para contribuir en este objetivo, la ONG ha convertido la capacitación de matronas en una prioridad para Afganistán, para que los partos sean más seguros. Desde 2004, más de 300 parteras han recibido formación por parte de la organización para poder asistir a mujeres en el nacimiento de sus hijos.

El Proyecto Takeda Healthy Ville , en el que participa el Instituto de Ciencias de la Salud de Afganistán, se enfoca en la reducción de riesgos durante el embarazo, el parto y los primeros años de vida, en las comunidades remotas de la provincia de Herat, en el oeste del país. Un primer paso es la formación de matronas, cuya primera promoción se ha graduado esta primavera, para distribuirse por seis centros de salud en los que atender a mujeres y niños de zonas rurales.

«La mortalidad materna es alta en Afganistán, especialmente en áreas remotas, pero podemos reducirla llevando los servicios de salud al corazón de las comunidades para que las madres y sus hijos tengan acceso a centros de salud cercanos», defendió el director del Departamento de Salud Pública del país, el doctor Tamana Tamana durante la ceremonia de graduación de las parteras. «Ya hemos comunicado al Ministerio de Salud Pública que necesitamos aproximadamente otras 100 casas de salud familiar », añadió.

Nasrat, de 27 años, dio a luz hace nueve años en un parto que se complicó por no tener acceso a recursos ni personal médico. Tras aquello, no ha vuelto a ser madre, pero su historia la impulsó a querer ayudar a más mujeres y se acogió al proyecto para estudiar obstetricia.

«Ahora, las mujeres en esta aldea pueden acceder a los servicios de salud, tener un parto seguro y que sus hijos nazcan sanos», ha declarado la joven, que ahora trabaja como partera y atiende a unas 40 pacientes al día.

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