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El embrión a las 11 semanas de embarazo

En la semana 11 de embarazo está terminando la etapa embrionaria y muy pronto pasará a la fetal

S. F.

En la  semana 11 de embarazo  está terminando la etapa embrionaria y muy pronto pasará a la fetal. En estas semanas de embarazo el feto pesa aproximadamente 8 gramos y mide entre 4 y 6 centímetros. Vamos a poder ver grandes cambios a partir de ahora. El crecimiento es rapidísimo y el feto doblará su peso en las próximas tres semanas. Es capaz de moverse de forma muy activa pese a no percibir la madre dichos movimientos.

La cabeza sigue siendo la mitad de su cuerpo, pero ya es completamente normal. Las orejas van migrando a su posición definitiva. Aparecen barbilla y cuello. En la boca se forma el paladar duro. Sus dedos están ya separados, las membranas que los unían han desaparecido y ya puede abrir y cerrar sus manos. Empiezan a diferenciarse las uñas de los dedos.

La piel es muy fina, casi transparente, permitiendo ver, a través de ella, sus vasos sanguíneos, sus cartílagos y sus órganos en formación. Poco a poco la piel adquiere más capas y dejará de ser transparente. Se distinguen los genitales externos y se desarrolla el aparato urinario. Los ovarios y los testículos empiezan a formarse. Los primeros comienzan a secretar tetosterona.

También, en la semana 11 de embarazo , se desarrolla el diafragma, lo que permite iniciar la preparación para la respiración fuera del cuerpo materno. Finalmente es capaz de producir sus propios glóbulos rojos. Además comenzara a producir orina, principal componente del líquido amniótico.

La ecografía a la semana 11 de embarazo

La ecografía puede decirnos muchas cosas: si hay malformaciones graves, si falta alguna extremidad, o incluso adelantar el sexo del feto, porque ya están formados los genitales externos. En estas semanas de gestación debemos realizar el triple screnning que supone calcular, matemáticamente, la probabilidad estadística de que el feto padezca una anomalía cromosómica. Para ello se integran la edad materna, las tasas de gonadotropina coriónica y PPA-P y la medidas ecográficas de la longitud del feto y el grosor del pliegue nucal.

En caso de que el índice obtenido nos señale una probabilidad estadística superior a la esperada para la edad materna, se indicara conocer los cromosomas del feto, mediante el estudio del ADN del mismo, obtenido de las células fetales presentes en la sangre de la madre. Las ventajas que ofrece esta nueva técnica es que tiene una tasa de detección muy alta (cerca del 99%) y que no tiene riesgos para la madre ni para el feto. 

La madre en la semana 11 de embarazo

Según las características físicas de la madre y su historia obstétrica, puede empezar a insinuarse un incremento del abdomen. El útero se sitúa por encima de la sínfisis del pubis. Puedes tener dolor abdominal debido a la compresión y distensión de los ligamentos redondos.

En estas semanas, al estabilizarse los niveles hormonales, cesan los primeros malestares de las primeras semanas de gestación, principalmente náuseas y vómitos. Se puede agudizar el sentido del olfato.

Sin embargo puede empezar a haber algunas molestias gástricas que hasta ahora eran menores: acidez, gases y estreñimiento. También puede aparecer un incremento en la producción de saliva. Lo mejor para combatirlos es una dieta sana, con alimentos integrales y vegetales suficientes, beber agua abundantemente y hacer ejercicio moderado. Dormir un poco alzada y comer algo suave contribuye a moderar el ardor de estómago, que puede ser muy molesto. En último caso es conveniente consultar al médico si resulta especialmente doloroso.

Asimismo puede suceder, especialmente en las mujeres que son propensas a las migrañas, que estas aumenten: cansancio, nervios y, sobre todo las hormonas podrían ser la causa.

Es que es normal que existan algunos cambios emocionales, sintiéndose la madre especialmente sensible.

El aumento de peso no habrá sido muy grande en este primer trimestre, pero si ha aumentado el volumen sanguíneo por lo que es habitual que pelo y piel aparezcan con un aspecto luminoso y saludable.

Debes tener cuidado con el sol en el embarazo. Las gestantes sois más propensas a la aparición de manchas solares en la cara en forma de hiperpigmentación, que se llama cloasma gravídico. Es importante que utilices un factor de protección alto o pantalla total, sobre todo si es verano y vas a la piscina o la playa.  

Los calambres en las piernas, a nivel de las pantorrillas, así como una sensación de pesadez, son frecuentes a partir de este momento. El retorno venoso de las piernas está disminuido por la compresión del útero en las venas.

Además, los cambios hormonales debilitan el tejido de las encías, por lo que pueden sangrar e infectarse más fácilmente al cepillarlas. Debemos consultar con nuestro odontólogo de cabecera .

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