La mañana del 6 de enero no es como todas las demás. La Navidad toca a su fin, pero aún falta la visita de unas distinguidas personalidades venidas de Oriente . Por eso, los más pequeños, por muy dormilones que acostumbren a ser, saltan ... de su cama y corren hasta el árbol.
La ilusión aflora en su mirada cuando comprueban que Melchor, Gaspar y Baltasar han leído con atención sus cartas y han atendido sus peticiones. Señal de buen comportamiento. Paquetes a cambio de leche, galletas y agua para los camellos, que el viaje es largo y la ruta cuenta con muchas paradas .
Entre los regalos no faltan videojuegos, muñecas, coches teledirigidos, cuentos, etc . Con la vuelta al cole acechando, el día se reserva al juego y la distracción. Felicidad a cargo de tres señores que, un año más, han hecho magia . Misión cumplida.
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