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¿Influyó la ruptura con Irina Shayk en la fea expulsión de Ronaldo? Consejos para alejar los problemas personales del trabajo

Cuando el nuevo soltero de oro enfiló el tunel de los vestuarios el pasado sábado en Córdoba, algunos ojos vieron en su actitud una consecuencia de su actual vida personal

¿Influyó la ruptura con Irina Shayk en la fea expulsión de Ronaldo? Consejos para alejar los problemas personales del trabajo AFP

A. S. MOYA

En plena recta final del partido que el pasado sábado enfrentaba al Córdoba con el Real Madrid los focos se posaron en él. Y no era una genialidad, ni una demostración de pundonor, ni siquiera un nuevo gol que sumar a su abultado registro de dianas, el motivo por el cual Cristiano Ronaldo acaparó la atención de todos. Muy lejos de su verdadero nivel, pagó su frustración de la peor manera posible : una patada sin balón al brasileño Edimar y un posterior manotazo a Crespo conformaban la precuela del puñetazo que tan solo dos minutos había lanzado sobre el propio Crespo. A pesar de que la tercera acción descrita no fue vista por el árbitro, no ocurrió lo mismo con las dos primeras, impidiendo cualquier otro tipo de desenlace: roja directa y a esperar la sanción que el Comité de Competición le imponga. Pero aún quedaba algo más. Cuando todas las cámaras seguían con atención su paseíllo hasta el túnel de vestuarios, el astro portugués desquiciado por los acontecimientos, decidió limpiar el escudo de campeón del mundo que adorna su camiseta.

Un gesto de prepotencia que no hace sino evidenciar la mala semana que ha sufrido el luso tanto en lo profesional como en lo personal. Rodeado de dimes y diretes en torno a las múltiples especulaciones sobre su sonada ruptura con la exuberante Irina Shayk, ABC.es ha querido comprobar si los problemas sentimentales pueden ocasionar un serio desbarajuste en el ámbito laboral. Esteban Cañamares, psicólogo clínico y sexólogo, especialista en temas familiares, se muestra rotundo en afirmar su fuerte influencia: «estar afectados por graves desajustes sentimentales nos impide concentrarnos, tener autoestima y por tanto arriesgar, sentirnos valiosos y dar el máximo en nuestro trabajo diario». En la misma línea se posiciona el Comité Experto de eStabilitas , la mayor plataforma de psicólogos para consultas por videollamada: «las cuestiones sentimentales son uno de los estresores que conlleva mayor carga emocional y, por tanto, que afecta más negativamente al desarrollo personal».

Desde eStabilitas apuntan a la activación del sistema límbico como el epicentro de esta afección, «el motivo por el que se producen estos efectos tan perjudiciales recae en que las situaciones con carga emocional activan esta zona primitiva de nuestro cerebro, que tiene un fuerte componente irracional». Así explican que cuando este sistema se encuentra sobreactivado por un suceso externo con elevada emocionalidad los pensamientos racionales tienen mucha dificultad para frenar conductas instintivas promovidas por las emociones.

«Si el conflicto con Irina fue intenso claro que pudo haber influido en su expulsión»

El sometimiento mediático al que está constantemente expuesto Cristiano Ronaldo se convierte en un feroz amplificador de cualquier lastre anímico. «Si el conflicto con Irina fue intenso claro que pudo haber influido en su rendimiento, máxime en alguien que se exige dar siempre lo mejor de sí mismo», resume Cañamares, para quien el elevado grado de perfeccionismo al que acostumbra el madridista es otro agravante del feo comportamiento mostrado sobre el césped del Nuevo Arcangel. Por su parte, el comité de expertos no se moja sin conocer los detalles de un caso particular aunque hace una puntualización, «en general podemos decir que una ruptura de pareja podría explicar comportamientos iguales o similares a los que protagonizó Ronaldo en el campo de juego».

Para analizar y comparar la situación que puede vivir un jugador de élite con la de un ciudadano anónimo es necesario saber en cada caso donde está el listón del control emocional. Así, limitando el hecho a la mera actividad física, siempre habrá una mayor descarga de adrenalina en la práctica de un deporte de contacto, ya que el cuerpo a cuerpo incrementa un riesgo de un mayor descontrol emocional. De hecho son muchos los ejemplos en los que podemos ver a un deportista perder el control y agredir al contrincante.

¿Cómo dejamos los problemas personales fuera del trabajo?

Ya seas el recién nombrado Balón de Oro o la persona que más aborrezca el famoseo sobre la faz de la Tierra, «lo mejor es solucionar antes este tipo de cuestiones, pero si no es posible conviene dedicar unos minutos antes de la jornada laboral a meditar sobre la separación de los campos laboral y familiar, y reconstruir así nuestro mundo interno. Pensar que el trabajo es solo una parte importante de la vida, pero no el total de la vida. Pero también pararse a recordar lo que el propio trabajo nos aporta: un puesto social, relaciones humanas, dinero..», cuenta Cañamares. En eStabilitas aconsejan seguir una serie de secilla pautas para no perder el control sobre tus propios actos: ser consciente de la situación y de cuáles son los principales síntomas que aparecen en el organismo como señal de descontrol emocional, evitar o modificar las situaciones que pueden ser generadoras de estrés, explicar la situación a otras personas queridas para encontrar soporte emocional y ser capaz de reexplicar la historia del suceso de una forma más adaptativa.

Una de las causas más comunes reside en la continua sensación de negatividad que invade al afectado, traducida en una alteración de la realidad donde la actividad profesional deja de tener importancia. «En general los sentimientos positivos mejoran el rendimiento, aunque no puede establecerse una relación directa entre la armonía en la pareja y el rendimiento laboral. Otros factores como la motivación y la sensación de eficacia autopercibida explican mucho mejor el buen desarrollo laboral», afirma el Comité Experto de eStabilitas, pero apunta que si solo tenemos buena armonía de pareja y no hay una motivación laboral adecuada, «podríamos pasarnos el día hablando o chateando con nuestra pareja y olvidando nuestras obligaciones laborales». Cañamares, por su parte, resalta lo esencial que resulta una relación sana para llevar una vida plena en todos los sentidos, ya que el ser humano «es un sistema interconectado con él mismo, con lo social, con lo económico...».

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