Cerca del 10% de los niños menores se queda solo en casa en algún momento

Según Guadalupe del Castillo, pediatra de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid y coordinadora del estudio, existen «diferencias significativas» entre la media de accidentes en los niños que se quedan solos en casa y la media de los que no, siendo mayor, evidentemente, entre los niños que permanecen solos en casa. Lo más sorprendente es que según los datos recogidos por la AEPap, los padres empiezan a dejar a los niños solos bien pronto: un 3,2% de padres encuestados reconocer haber dejado solos a niños menores de dos años; un 2%, a niños entre dos y cuatro años; un 6,2% a pequeños de entre 5-7 años; un 16,8% a chavales de entre 8-11 años; y un 46,9% a menores de 11 años. «Nosotros hemos considerado los doce años como la edad a la que un niño puede quedarse solo en casa», matiza Begoña Domínguez, presidenta de la Fundación Mapfre.

Dicho informe, en el que han colaborado más de 200 pediatras de atención primaria que trabajan en centros de salud de toda España, destaca además que la edad de los niños es otro factor de riesgo para sufrir determinados tipos de accidentes. Las caídas y los golpes son los accidentes más frecuentes a cualquier edad, las intoxicaciones se producen con mayor frecuencia en los menores de dos años, y los ahogamientos, atragantamientos y quemaduras son más habituales entre los dos y cuatro años.

También destaca el hecho de que los niños que tienen más accidentes son los segundos de dos hermanos (32,3 por ciento) y los hijos únicos (27,4 por ciento) y que 6 de cada 10 accidentes se producen fuera del domicilio y el resto en el hogar, siendo el salón el lugar más frecuente (32 por ciento). Señala además que el 72 pro ciento de los niños necesitaron atención médica, que recibieron mayoritariamente en un centro de salud y que un 4 por ciento fueron ingresados en un hospital. La buena noticia es que, según concluye la presidenta de Fundación Mapfre, «la gran mayoría de los accidentes son prevenibles. Por eso es tan importante educar a nuestros niños en la prevención. El proceso educativo tiene que llevarse a cabo desde la cuna y dando ejemplo mientras crecen».«Los niños no son peligrosos, son curiosos», corrobora del Castillo.