La conciliación empieza en el colegio

La generación que está en la actualidad en la escuela «son el mañana, y tienen que aprender que las horas de trabajo son las que son, pero bien organizadas permiten ser productivo y a la vez poder estar algunas horas del día con tu familia», asegura Márquez. Él sabe de qué habla. Tiene dos hijas estudiando en el colegio y dice ser consciente de que en su caso su profesión es una gran ventaja para conciliar respecto a otras empresas, ya que los empleados pueden traer a sus hijos a estudiar al colegio de forma gratuita, compartiendo horarios, eliminando el pago de la ruta, del comedor...

La conciliación, prosigue este docente, «no debe ser un rol exclusivo de las madres. En la nueva sociedad, tanto uno como otro deberían poder compaginar familia y trabajo. Yo como profesor noto mucho que alumno está solo al llegar a casa y no tiene quien le ayude con los deberes. Son chicos que deben contar con mucha más fuerza de voluntad para sacar adelante sus estudios», afirma.

Otros centros que apuestan tanto por el bienestar de sus empleados como por la educación de las futuras generaciones en los valores que supone la conciliación son el San Patricio, Brains, Ramón y Cajal, CEU Virgen Niña y Urkide. Junto a ellos, otras sesenta entidades españolas, entre ellas cincuenta y nueve empresas y un municipio han sido distinguidas este año por la Fundación Másfamilia con la certificación EFR como familiarmente responsables. Con estas nuevas incorporaciones son ya más de 380 las entidades que han implantado este modelo de gestión y se han sometido a una rigurosa y exhaustiva auditoría externa para obtener este sello de calidad en conciliación e igualdad de oportunidades.

Son empresas que, según la Fundación Másfamilia , se benefician de «la mejora de su reputación corporativa, pero también de la productividad, atracción y retención del talento y clima laboral, entre otras ventajas». Aún así, queda mucho por hacer. Para la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, encargada de presidir el acto, es «inaplazable» para el desarrollo del país y la calidad de vida de los ciudadanos «conseguir una mayor corresponsabilidad en el ámbito familiar».