Con empleo y políticas de familia la natalidad remontaría en diez años

«Si no hay empleo para la madre y el padre, no hay niños. Un hijo es para siempre y, por eso, lo importante para los padres españoles es la estabilidad laboral y no tanto unos ingresos elevados», afirma. Pero eso debe ir apoyado por una estrategia integral en favor de la familia. «No hay que inventar nuevas políticas —dice Castro—, sino copiar las que funcionan en países de nuestro entorno con una natalidad más elevada».

Hay países que han logrado llegar a la tasa de reemplazo generacionalMientras que España tiene 1,3 hijos por mujer, naciones como Francia, Irlanda y Noruega logran la tasa de reemplazo generacional (dos hijos por mujer). Y otros países se acercan a ella: Reino Unido (1,96), Suecia (1,94), Finlandia (1,86)...  Su éxito radica en una apuesta seria y decidida por la conciliación; una amplia red de escuelas infantiles, sean públicas o privadas, y una real implicación de los padres en las responsabilidades familiares. Son políticas que se mantienen durante décadas, bajo cualquier signo de gobierno.

«En los países donde la mujer está empleada es donde se tienen más hijos», insiste la demógrafa. Para ella los tres ejes en los que debe anclarse la recuperación de la natalidad son precisamente los que han utilizado los países con más nacimientos: conciliación, familia y trabajo. Y eso se traduce de muchas maneras: horarios laborales compatibles con los de los colegios; bajas maternales más largas aunque no estén retribuidas al 100%; corresponsabilidad en las tareas familiares... «En algunos países la baja de paternidad es obligatoria. Este tipo de medidas ayuda mucho a que hombres y mujeres se conciencien de que deben compartir las responsabilidades familiares».

En el ámbito laboral, todavía se puede hacer mucho, según explica la demógrafa. «Aunque en España existe el derecho a una excedencia sin sueldo y a la reducción de jornada por cuidado de hijos, realmente solo los trabajadores del sector público pueden disfrutarlo. En el sector privado hay muchas dificultades. Y la otra opción, un trabajo a tiempo parcial, además de mal remunerado suele tener los peores horarios», dice Castro.

Todavía estamos a tiempo de recuperar natalidad. «No ocurre como en Austria, donde llevan mucho tiempo con una tasa de fecundidad muy baja (un hijo por mujer), lo que ha hecho que las aspiraciones de las familias sean también bajas, a pesar de que se apliquen políticas de fomento de la natalidad, que dejan de tener efecto. Pero España todavía no ha llegado a ese punto», asegura Teresa Castro.