9 de cada 10 mayores de 18 años cree que hay que mejorar la educación mucho o bastante

El Concapa Barómetro, al que han respondido ciudadanos de toda España a partir de 18 años, deja patente que nueve de cada diez encuestados considera que la educación debe mejorarse mucho o bastante.

Según Fernando González, director técnico del estudio, «el 86,6% de los entrevistados entiende que las administraciones y bancos deben realizar préstamos económicos personales a los alumnos de estudios no gratuitos (universitarios, formación profesional, etc.) que deben devolver cuando finalicen sus estudios y estén trabajando, según sus ingresos».

Para el caso de préstamos a los estudiantes de cursos no gratuitos, el 51,3% considera que posibilitaría bastante un mayor acceso a la educación y el 22,0% que mucho.

A la hora de distribuir las becas, la mayoría opta por tener en cuenta, en primer lugar, la situación económica de la familia junto con el esfuerzo del alumno y, después, la inteligencia del alumno. «Es decir, la sociedad española está pidiendo apoyo, pero también exigencia al alumno», señala Carbonel.

«Un dato que nos ha sorprendido —prosigue— es que el 62,2% de los encuestados opina que sólo tendrían que cambiarse algunos libros de texto por tabletas u ordenadores. Pensábamos que había más unanimidad en querer cambiar todos los libros, no solo algunos, lo que indica que la sociedad prefiere una transición más pausada».

El Barómetro también destaca que más de la mitad de los entrevistados quiere que los libros de texto sean gratuitos en función de los ingresos familiares.

En relación a la lectura, el presidente de Concapa manifiesta su gran preocupación respecto a que el 70,3% de los encuestados solo leen «algo» en el colegio. «Hay que fomentar la lectura desde Infantil y Primaria para que los niños adquieran comprensión lectora y podamos reducir el índice de fracaso escolar y de abandonos en Secundaria».

El informe también ha valorado el uso que se hace de la televisión en las familias. El 93% asegura que cambia de canal cuando ven programas que consideran inadecuados para los menores de edad. «El problema es —se pregunta Luis Carbonel— ¿qué pasa cuando los padres no están en casa?».

Los horarios de los programas también preocupan a las familias españolas, ya que en el 98% de los casos se apunta que en los días laborables los programas para menores deben finalizar entre las 20-21 horas. «De esta forma se contribuye a mejorar el rendimiento escolar, ya que los estudiantes estarán más descansados al día siguiente», señala Carbonel.

Aún así, casi nueve de cada diez entrevistados considera que las administraciones deben establecer mecanismos para quejas en relación con los programas de televisión para menores.