«Es un error esconder la muerte a los niños»
Según el profesor Txabi Arnal, las creen cias religiosas tienen un papel importante y las «mentiras alternativas» sólo contribuyen a acrecentar el dolor posterior
«Es un error esconder la muerte a los niños»
El escritor y profesor de literatura infantil en la UPV/EHU, Txabi Arnal, considera un error la actual tendencia social de «esconder la muerte» a los niños y, en su lugar, defiende la necesidad de que las familias les cuenten «la verdad» y permitan a ... los críos «despedirse» de sus seres queridos.
Arnal, que hace dos años aprobó con sobresaliente cum laude una tesis sobre el tratamiento de la muerte en la literatura infantil, lamenta que la sociedad occidental haya hecho de la muerte un «tabú», del que no se puede hablar a los pequeños.
«Nos cuesta hablar de la muerte, que es un tema natural, universal, ineludible y que, sin embargo, convertimos en un tabú. Negamos la muerte al niño y a la niña, porque no la consideramos un tema adecuado para la infancia y porque no tenemos recursos para tratarla», ha lamentado Arnal en declaraciones a EFE.
En este sentido, ha abogado por contar siempre la verdad a los niños, y hacerlo de manera cariñosa, en lugar de recurrir a mentiras como que «el abuelo se ha ido de viaje». Estas alternativas, a su juicio, sólo contribuyen a acrecentar el dolor del crío cuando por fin repare en que su familiar no regresará jamás.
Arnal, que el próximo día 5 ofrecerá en Ermua un taller para enseñar a padres y educadores pautas para que los niños entiendan la muerte, considera que es importante que los críos se despidan de sus seres queridos antes o después de su muerte.
Por ello, asegura que es conveniente que participen en los ritos funerarios con la asistencia a misa o el acompañamiento del difunto al cementerio. De esta manera, según ha apreciado, el niño «habrá dado un paso muy importante en el proceso de elaboración del duelo, porque habrá superado la negación».
Arnal ha destacado que los niños viven «con naturalidad» los funerales, pese a la tendencia de los adultos a considerar que no son adecuados para ellos.
«Les alejamos, porque no queremos que nos vean llorar, lo que supone otra idea absurda. Los niños y las niñas tienen que ver que la tristeza, las ganas de llorar, son sentimientos naturales, que no sólo tienen ellos», ha manifestado.
«En nuestra sociedad, tan urbanizada, hemos sacado la muerte de las casas, la hemos deshumanizado. En las sociedades agrícolas la muerte se ha vivido en casa mucho más de cerca y los niños han podido participar de la muerte de sus seres queridos», ha recalcado.
Este escritor de obras infantiles ha remarcado la importancia de que, al haber una muerte en su entorno, los niños se sientan «acompañados, arropados y queridos, de forma que puedan expresar con libertad su dolor y sepan que les entienden y les escuchan».
En el momento de revelar a un niño la verdad sobre el fallecimiento, este profesor de Magisterio ha explicado que juegan un papel muy importante las creencias religiosas de sus progenitores.
«Unos padres cristianos católicos que cuenten a su hijo que su abuelo se ha ido al cielo, lo tienen más fácil que otros no creyentes, porque le dirán que, en algún momento, toda la familia volverá a reencontrarse», ha afirmado el profesor de la UPV/EHU.
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