Para ambos, ha sido una temporada perfecta. Campeones de todo con el Real Madrid, se esperaba que tanto Llull como Sergio Rodríguez fueran pilares de la selección en este Eurobasket de las ausencias. Sin Navarro y con Rudy entre algodones, el balear estaba llamado a dar un paso al frente con España. Su habitual rol defensivo tenía que convertirse en uno de superhéroe. El mismo que luce de blanco. El que encarnó ayer en Mercedes-Benz Arena para llevar a España a octavos de final.
El triple anotado por Llull para abrir el último cuarto ante Alemania desterró toda la presión. La rabia con la que suele celebrar las canastas importantes hizo acto de presencia en la cancha de Berlín. Mirada al cielo. Grito de león. Estaba siendo un partido muy intenso. De esos en los que cuenta más el carácter que la calidad. De esos en los que Llull brilla más que ninguno. «Hemos jugado con mucho carácter, con mucho corazón, partiendo de la defensa, que ha sido una de las claves», resumía el jugador, autor de 11 puntos en el último cuarto, incluidos cuatro tiros libres finales que evitaron problemas mayores a la selección. «Mi corazón iba bien en el último minuto. No me escondo nunca en esos momentos», reconocía tranquilo Llull, consciente de que aún le queda mucho por mejorar, pero que está en el buen camino justo cuando llega la parte importante del torneo.
El «Chacho», decisivo
Al igual que para Llull, el torneo es una reválida para Sergio Rodríguez, el último del banquillo en la selección cuando están Calderón y Ricky Rubio. El canario siempre sonríe. Da igual que las cosas estén torcidas. Es optimista por naturaleza y al final siempre acaba dando con la solución.
Contra Alemania fue el mejor del partido. Cambió el ritmo con su entrada en el segundo cuarto y descargó de responsabilidad ofensiva a Pau Gasol. «Es importante que aparezcan otros jugadores en ataque. Que cada día vaya saliendo alguien y se sume. Hay mucho talento en este grupo», afirmaba el canario, que anotó 19 puntos ante los germanos, 11 de ellos en el segundo cuarto.
Suyo fue el tempo del choque, aunque Scariolo le pidió más con una crítica velada. «Hasta los últimos minutos estoy contentísimo con su partido. A veces los jugadores que están dominando el ritmo quizá piensan que lo están dominando tanto, que lo pierden», señaló.