Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 1985) se ha convertido en un fijo en la selección tras disputar más de 180 partidos internacionales. Con España ha ganado un Mundial, dos Europeos y dos platas olímpicas, pero el jugador del Real Madrid tiene hambre de más títulos.
-Desde su debut hace ya más de 11 ños no ha faltado a una sola convocatoria, ¿cómo afronta esta nueva cita?
-Cada verano es una motivación nueva porque son campeonatos distintos por disputar. Poder representar a mi país durante tantos años es un honor y también me satisface porque es una forma de reconocer el trabajo realizado durante todo el año.
-¿Cómo ve al grupo tras los primeros entrenamientos?
-Muy bien. Reencontrarte con los compañeros es algo bonito, aunque es cierto que los ves durante la temporada. Además, hay mucha gente joven y tenemos que intentar que se amolden lo más rápido posible a lo que quiere Sergio Scariolo. Los jugadores que ya conocemos su forma de trabajar tratamos de ayudarles todo lo posible.-Los partidos de la gira antes del Eurobasket van a ser todos en España y contra rivales de escasa entidad.
-¿Puede afectar esta decisión a la preparación del torneo?
-Es cierto que no nos vamos a enfrentar a equipos de la talla de los que estarán en el Europeo, pero creo que este tipo de partidos nos tienen que servir para darnos confianza. Se trata de un entrenamiento más en el que también competimos entre nosotros.
-A España le ha tocado uno de los grupos más complicados del campeonato, ¿cuál va a ser la fórmula para lograr la clasificación?
-Nos vamos a enfrentar a selecciones muy fuertes, pero considero que dependemos de nosotros mismos porque seguimos teniendo una grandísima selección. La clave va a estar en empezar a competir desde el primer día, en el que jugamos un partido importante contra Serbia. Si nos acomodamos podemos tener un susto.
-¿A qué selecciones ve como las principales favoritas este verano?
-Creo que Francia es una de la candidatas por ser la actual campeona de Europa y porque además juega la fase final en casa. También hay que tener en cuenta a Italia, que va con todo y está jugando muy bien, y a Serbia por cómo jugaron durante el Mundial del año pasado. Además, están ahí Alemania, Turquía o Lituania, que siempre compite. Aunque, en mi opinión, Francia está un poco por encima de las demás selecciones.
-Menciona a Francia como el principal rival a batir, ¿tiene especiales ganas de verse de nuevo las caras?
-Jugar contra Francia siempre es especial, pero lo que pasó en el pasado se queda ahí. Al final el deporte son momentos. Ellos han vivido muchas épocas en las que nosotros hemos estado por encima y ahora llevan unos encuentros, como el del Europeo de hace dos años o el del pasado Mundial, en los que nos han eliminado.
-¿La derrota en el Mundial resultó muy traumática para la selección?
-Fue un palo, pero no solo para el aficionado, también para nosotros. Al final los que salimos peor fuimos los jugadores. Para mí fue uno de los peores momentos que he pasado como deportista. Eso es algo que te hace crecer y reflexionar sobre lo que tienes que hacer mejor. Este año tenemos muchas caras nuevas, pero intentaremos que no vuelve a suceder lo del año pasado.
-Después de caer en cuartos en el último campeonato, ¿cuál es el objetivo para este Europeo?
-Yo voy por etapas. Lo primero es cumplir una de las metas más cruciales, entrar en el preolímpico. No va a ser fácil, y más con el grupo que tenemos. Una vez lograda esa etapa hay que intentar dar un paso más y tratar de quedar campeones. Además, de esta forma tendríamos asegurado el billete para los Juegos de Río.
-¿Hasta qué punto pueden pasar factura las bajas que tiene el grupo?
-Se les va a echar muchísimo de menos, como es lo más normal del mundo. Reemplazar a jugadores de la talla de Ricky Rubio, Calderón, Marc Gasol o Navarro es imposible, son jugadores referentes en la selección. Sin embargo, este verano han entrado caras nuevas, jóvenes con talento y desparpajo que tienen que ofrecer el juego que han demostrado a lo largo del año.
-La ausencia de Navarro hace que usted tenga más responsabilidad, ¿siente esa presión?
-La verdad es que llevo ya una trayectoria en el baloncesto que hace que la presión no sea para mí una obsesión. No me considero para nada una persona que se coma la cabeza pensando qué tengo que aportar por la baja de un jugador u otro. Me considero un trabajador y lo que me pida el entrenador en cada momento sabe que lo va a tener.
-¿Qué diferencia va a notar el equipo entre Nikola Mirotic y Serge Ibaka?
-Mirotic nos va a dar un poco más de espacio en la zona, lo que les va a venir muy bien a nuestros hombres interiores. Es cierto que Pau Gasol también puede lanzar de tres, pero creo que Mirotic nos va a ayudar mucho en ese aspecto, va a abrir espacios para que se aprovechen nuestros pívots. Ibaka lo que nos daba, sobre todo, era una intensidad defensiva brutal. Por supuesto, se le va a echar muchísimo de menos.
-En esa rotación interior ha entrado este verno Willy Hernangómez. ¿Cómo ve al que también va a ser su compañero la temporada que viene en el Real Madrid?
-Este año con la baja de Marc Gasol pensábamos que no íbamos a tener jugadores interiores puros, por eso la incorporación de Willy Hernangómez es tan importante. Es un «cinco» grande y va a hacer una gran pareja junto a Pau. Willy está entrenando muy bien y tiene la oportunidad de aprender del mejor.
-Hablando de oportunidades, ¿se plantea su regreso a la NBA?
-Bueno, ahí están las puertas. He tenido la oportunidad de vivir una bonita experiencia en Estados Unidos, pero acabo de renovar con el Madrid y la verdad es que no pienso en nada más que no sea mi equipo. Por supuesto que, si hay algunas llamadas, no voy a dejar de escuchar esas cosas. Nunca cierro nada.
-¿Qué pasó para que las cosas no acabaran de funcionar en Portland?
-Yo creo al final fue un cúmulo de cosas. Se habló mucho del entrenador, pero también tuve un entorno que no fue muy bueno para mí y después tuve la mala suerte de sufrir varias lesiones de espalda que condicionaron mi futuro en el equipo.