El mensaje de Melania Trump con su look, el contrapunto dulce de Usha Vance y la imagen casera de Jill Biden

Empezamos por el color. Muchos han señalado que es blanco y negro, pero hay que matizar que el traje de Melania Trump es marino con algún punto claro en el cuello y en el sombrero. El orden altera el resultado, porque con este pigmento y según los expertos en color quiere imprimir compromiso, elegancia y poder económico a su forma de estar en el acto. Coco Chanel utilizaba los blancos como elementos de contraste y así lo ha hecho en su outfit para que no sea excesivamente sombrío o plano.

El juego de opuestos también lo practica en la forma de su traje, ya que viste un abrigo sastre de inspiración masculina abotonado, de corte impecable y muy pulido para acentuar la rigurosidad de su estilismo. Lo firma Adam Lippes y no es casual que haya acudido a un diseñador estadounidense para apoyar lo nacional primero, como su marido. El contraste femenino lo encontramos en los zapatos y en el sombrero, que recuerda a los de estilo cordobés, pero con un toque couture gracias a la banda blanca. Lo diseña Eric Javits, y me parece el mejor antifaz para esconder la mirada, según le convenga o lo puede utilizar también como una estupenda pantalla anti besos. Este accesorio ayuda a ver a Melania como alguien distante o inaccesible. También los 10 centímetros de tacón reafirman su imagen inalcanzable.

Mucho más casera, Jill Biden con su melena al viento, sus tacones de 5 centímetros y su abrigo bata púrpura de Ralph Lauren la hacen parecer menos formal y comprometida que Melania. Sin embargo, la auténtica nota dulce y cercana la pone la mujer del vicepresidente estadounidense, Usha Vance, que con su abrigo color rosa de Oscar de la Renta suaviza la jornada de investidura de Trump. ¿Se habrán puesto de acuerdo ambas para dar una imagen tan contrapuesta y a la vez tan complementaria? ¿Poli bueno, poli malo?

Algunos expertos han relacionado el traje de Melania con el de My Fair Lady en versión power dressing. Nada más lejos de mi realidad, porque si hay una interpretación actual del famoso vestido que llevó a Ascot Audrey Hepburn, es el que lució Kate Middleton el junio pasado.

Puestos a buscar referencias buenas y al hilo de cómo vestir en un acto de día de las citadas características con un frío que pela, nada mejor que una de las últimas apariciones de la Princesa de Gales. Hace dos semanas hacía referencia en esta 'Puntadas con hilo' a ella diciendo: «Kate Middleton se abriga en su justa medida, pero aparece en Sandringham infinitamente más elegante, regia y moderna que las anteriores. Su abrigo de Alexander McQueen es la pieza clave de un look que ya se ha convertido en santo y seña de la Duquesa. Porque tan importante es vestir acorde a las circunstancias como mantenerse fiel a tu propio estilo y alejarse de disfraces y exageraciones estilísticas».