La Gala del MET ya no es una fiesta de disfraces y lanza una nueva tendencia de moda que traerá cola

En la Gala del MET 2025 vemos trajes sastre, que no desastre, sino maravillosos, en manos de Zendaya (Louis Vuitton x Pharrell Williams) o Zoe Saldana (Thom Browne). Otros se muestran mal encarados por culpa de Madonna (Tom Ford): el puro, la pose chulesca y la americana sin abrochar empañan el tejido y la forma del diseño. El Chanel de Lupita Nyong'o se presenta un pelín cursi y el canotier se me antoja demasiado mini, igual que la capa, que sobra o a la que le faltan metros. Tampoco puedo alabar en su totalidad el diseño de Lewis Hamilton, porque parece un soldadito de plomo.

Las filigranas de costura y las excentricidades sin caer en el disfraz las personalizan Rihanna (Marc Jacobs) con un sombrero magnífico y Janelle Monáe (Thom Browne) con un trampantojo, cambiador de playa, aparatoso y demasiado delineado. Shakira se convierte con el modelo algodón de azúcar firmado por Prabal Gurung en La Sirenita latina y Georgina Rodríguez (Vetements) en una 'Gata sobre el tejado de zinc' en versión pata negra.

Destacan por glamurosas, aunque un poco alejadas de la temática sastre: Rosalía (Balmain) y Gigi Hadid (Miu Miu) que parece una actriz del Hollywood dorado. En esta sección de las ideales que no se ciñen al guion se encuentran también Nicole Kidman (Balenciaga) y Demi Moore con ese halo de tejido que se eleva y le enmarca el rostro. Me pregunto si en la cena se lo pudo quitar o le dejaron más espacio entre cubiertos. En este grupo me falta por nombrar a Lana del Rey con su Valentino aterciopelado como su voz y Anne Hathaway, que pone de moda y de nuevo el dúo camisa blanca y falda, por obra y gracia de Wes Gordon para Carolina Herrera.

Tras años de desvaríos estilísticos, por fin en esta edición de la Gala del MET 2025 he detectado una tendencia a tener muy en cuenta: el traje sastre con cola. Ya sea con falda larga o pantalón los mejores ejemplos los encontramos en: Julia Carey, pareja de James Corden, y Kendall Jenner. Coco Jordan (Manish Malhorta), también espectacular, versiona la nueva prenda con pedrería y Suki Watherhouse lleva un chaleco sastre altamente sensual.

Sabrina Carpenter también se suma a la cola, pero en un look demasiado cantoso para tenerlo en cuenta y, por último, pero no por eso menos importante, Kim Kardashian (Chrome Hearts), quien, empeñada en vestir como la mala de la película para llamar la atención, se presenta con un modelo de dos piezas reptiliano que da grima y frío. Para no copiar, porque, además de lo dicho, la falda se alarga y se arrastra por la alfombra roja como si fuese la piel mudada de una serpiente.