Los Emmy y los premios de la Crítica ponen de moda los pantalones para ellas y el esmoquin blanco, para ellos
El Saint Laurent de Monica Bellucci y el Calvin Klein de Jeremy Allen White fueron los mejores exponentes de las últimas tendencias
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Iniciar sesiónLas propuestas para vestir de fiesta en las alfombras rojas continúan con esa tendencia alcista a la elegancia clásica que comenzó con los Globos de Oro. Se hilvanan unas con otras y llegan en cascada. He de confesar que mi favorita de los Emmy ... y de los Critics Choice Awards 2024 (Premios de la crítica) es la de mezclar dos piezas, un pantalón de seda negro con una parte de arriba: top, polo, chaqueta o corsé. El modelo de Dolce & Gabbana que ha paseado Jennifer Aniston por la moqueta es maravilloso, también lo son el de Elizabeth Debicki, de Oscar de la Renta; el de Greta Lee, de la colección masculina de Loewe, y el de Christa Miller, otra delicia sofisticada de Christian Siriano, con pamela de Sarah Sokol y zapatos de Givenchy.
A Monica Bellucci le dedico un párrafo separado y especial por el esmoquin de terciopelo con pantalón campana estilo setentero, de la firma Saint Laurent, porque, además de bonito, es todo un icono de liberación femenina en la Historia de la Moda. Hago alusión a la famosa fotografía de Helmut Newton (1975) comentada en anteriores capítulos de 'Puntadas con hilo'.
Del histórico a las novedades, porque los vestidos tobilleros han arrasado esta semana en la alfombra roja. Ya vimos un ejemplo en los Globos de Oro: el vintage que vistió Elle Fanning, pero esta largura pasó de ser anécdota a convertirse ahora en legión. Destacamos por original y artesanal el modelo de Marni en manos de Simona Tabasco. Una obra cosida en forma de collage sobre una base de algodón que ha lucido con maestría la actriz de apellido picantón. Sin embargo, me llevaría a casa el diseño de cuero de Louis Vuitton (Ayo Edibiri) y recomendaría para princesas modernas el Dior (Jenna Ortega). En cambio, el Armani Privé de Calista Flockhart, resulta un tanto de andar por casa, por mucho brilli-brilli que tenga la blusa.
Ya sé que no es un vestido, sino una camisa y una falda, pero lo he incluido en este apartado por su largo al tobillo y para que me sirva de transición a las lentejuelas, las brillantes de verdad. Porque una vez más, este tipo de trajes han acaparado buena parte de los diseños. Nominamos en esta categoría el de Meg Ryan (Saint Laurent), por favorecedor y estiloso, y el de Selena Gomez (Oscar de la Renta), por sexy y gótico. La actriz de 'Asesinatos en el edificio' vistió una obra de Alta Costura que jugaba con las formas de las plumas, otro material en tendencia que lució en forma de caftán extra glamuroso Issa Rae, firmado por Pamela Roland.
La elegancia clásica en forma de vestidos negros fue capitaneada por Celine (Reese Witherspoon); Louis Vuitton (Emma Stone); Dior, en clave gótica (Lizzy Caplan), y Alexander Vauthier (Keri Russell). En contraposición, los rojos resultaron algo más folclóricos y menos elevados. Suki Waterhouse, de Valentino, estaba destartalada con su empeño en lucir embarazo, Meghann Fahy, de Armani Privé, se quedó a medias con la talla de las flores y Margot Robbie (Balmain), en cambio, se pasó de rosas XXL y de cola, ya que parecía una bata de coplera. Salvo de la quema a Emily Blunt (Armani Privé), que siempre es maravillosa y elegante.
Algo parecido le ocurre al protagonista de 'Bear', que viste de sobresaliente sin dar el cante. Cuesta un triunfo que Jeremy Allen White, pose en la alfombra roja, pero no le hace ascos a desnudarse y salir en calzoncillos para ser imagen de Calvin Klein Underwear. Esta vez sí ha parado dos segundos frente a los fotógrafos y hemos visto otra tendencia que destila elegancia clásica: el esmoquin blanco. Firmado por la marca estadounidense, el traje combina de manera equilibrada la fórmula de blanco y negro. También se lo vimos a Jason Sudekis y con igual resultado. En el lado opuesto, Alexander Skarsgård, más oscuro que los dos actores citados con anterioridad y con el pantalón en exceso tobillero. Metió la pata y no sabemos si ha sido porque ha hecho caso a un nefasto consejo de estilismo o porque no había ninguno de su largura de pierna por ser tan alto. Sea como fuere, tiene mucho delito posar así con la planta que gasta.
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SuscribeteToda la vida informando en las pasarelas de Milán, París, Nueva York o Madrid, examinando las últimas colecciones de moda, entrevistando a diseñadores, modelos y celebrities; cruzando de la pasarela a la calle para contar lo que se lleva, se llevará y lo que toca descartar. Lo comparto ahora dando Puntadas con hilo en esta columna semanal, de carácter muy Inés Table y ecléctica, como la política.
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