Está de moda abrigarse, pero con brillos, color y abullonados

Los abrigos largos de Claro Couture son unas de las delicias para las bajas temperaturas presentadas en la pasarela. Bea y Fernando Claro han intentado llevar el lujo a las situaciones más cotidianas: «Hemos querido mostrar que se puede ir a hacer la compra con uno tipo sastre brocado y con sneakers», explicó la creadora a ABC. El primer look blanco ha impactado y Victoria Federica, que estaba en el 'front row', lo ha fotografiado, todo un 'like' real de la más 'fashionista' de los Borbones.

Custo muestra un trabajo eléctrico, presentado hace unos días en Nueva York, allí ha desfilado en 51 ocasiones y en total acumula en su haber 84 series de pasarela, desde que fundara su marca en 1996. «Es una colección muy especial, porque celebra que ya hemos pasado la pandemia, por eso se titula 'Welcome to the other side' (bienvenido al otro lado), porque muestra ropa funcional, pero que va más allá, queremos que emocione, que seduzca y sirva para expresar individualidad y seguridad», describió el creador catalán a ABC. Las prendas son metalizadas y en forma de vestidos y chaquetones, estos últimos abullonados, cortos y hechos con materiales técnicos.

Odette Álvarez también tiene un par de joyas abrigadas que merecen mención especial, una de pelo con bordados y la otra abullonada y guateada, decorada con flores. Está de subidón: «Mi punto fuerte son los abrigos y ha sido una suerte de desfilar ahora por primera vez en el calendario oficial, después de años haciéndolo en el Off, me gustaría expandir más mi trabajo, ahora mismo tengo un 'showroom' en Milán y un comercial que vende a tiendas en las estaciones de esquí», señaló a ABC la creadora cántabra, que acaba de abrir atelier en Madrid.

Otra pieza que sobresale es de pedrería y seda, y la firma Fely Campo, una creadora con 50 años de oficio a sus espaldas y que se confiesa admiradora absoluta de Balenciaga.

Ya hablamos ayer de la importancia de la americana como pieza clave del look para el próximo otoño-invierno 2013/24, así la ha encumbrado García Madrid en su trabajo de pasarela. Manuel García la ha combinado con bermudas de algodón al tono o pantalones larguísimos, y ha probado a mezclar opuestos, con un punto de ironía, en una blazer de chaqué servida con shorts vaqueros.

Para mezclas explosivas de color, brillos y estampados, las de la firma Lola Casademunt by Maite: «Está en nuestro ADN, creo que necesitamos prendas que nos den luz y alegría», afirmó la creadora. Un trabajo cargado de sugerencias para la llamada 'invitada perfecta', porque para Maite, «el mejor traje que podemos hacer es aquel que dé seguridad». Las cosas le van muy bien, en un par de años han triplicado el tamaño de la empresa y en tres años han conseguido estar presentes en 20 países: «Triunfamos porque gusta lo que hacemos, fuera no nos conoce nadie como marca, así que ahora vamos a hacer hincapié en este punto y la pasarela nos ayudará a que tengamos mayor visibilidad», asegura ella.

Mercedes-Benz Fashion Week Madrid también ha conquistado al público, ya que ha colgado el cartel de «no hay entradas». Es la primera vez que salen a la venta. Los pases para el Cibelespacio se vendían a 10 euros antes de comenzar esta edición y a 15 durante la celebración. Entrar a un desfile costaba 60 euros previamente y 75 si se compraban estos días. «Todas estaban prácticamente vendidas antes de arrancar», reveló Ana Rodríguez, directora de MBFWM, al término de esta tercera jornada de moda. ¡Larga vida a la pasarela!