Tot-Hom, 50 años de idilio con la costura

Con una gran convocatoria orquestada por la siempre magnífica Carmen Valiño , Tot-Hom desplegó una enorme colección que constaba de más de 120 piezas, algo que quizás resultó excesivamente largo, teniendo en cuenta que a partir de cierta medida de tiempo, las mentes se dispersan y baja el momentum que se crea en un desfile.

La colección de prêt-à-porter de día fue una serie de combinaciones de prendas para la mañana y la oficina, comenzando con shorts, siguiendo con pantalones anchos y tipo pitillo y finalizando con algunas faldas, siempre con corte y colores masculinos, como el camel, el gris, negro y el azul marino, versionados en distintos cuadros.

Los materiales también se escogieron entre la gama habitual de la sastrería, como el algodón y la lana. Todo se combinó con botines planos en color negro de la marca Hunter , arropándose los torsos con blazers, abrigos y algún trench relajado.

Las prendas para la tarde brillaron por su sobriedad, luciendo tonos chocolate, violeta y negro, en ocasiones combinadas con curiosas piezas de joyería étnica. Y para la noche, su especialidad desde hace 50 años, Marta Rota escogió una enorme lista de posibilidades, que iban desde las túnicas monocolor con capas voluminosas, hasta los vestidos de escote Bardot con encaje superior, las siluetas tipo fourreaux y los modelos rematados con plumas y flecos.

Lentejuelas, brillos, plisados, volantes, muselinas, gasas y tul se alternaron para dar punto y final a un desfile que comenzó con el canto de la bellísima Marina Carmona , hija de Antonio Carmona , entonando un delicioso «La vie en tose».