Del skate al patinete, los famosos se apuntan al transporte de moda

Y es que estos vehículos, propios o compartidos, llegan como alternativa sostenible, respetuosa con el medio ambiente y asequible para realizar viajes cortos sin aumentar el tráfico ni contaminar el aire. Cuentan desde Bird , una de las compañías de patinetes compartidos que circulan por Madrid, que desde que los introdujeron en EE.UU., en septiembre de 2017, han evitado que más de 5.440 toneladas de emisiones de carbono se hayan liberado en el aire.

Pero la otra cara de la moneda es más oscura que la contaminación que ahorran. Y son las molestias -léase peligros- tanto para conductores como viandantes: la edad mínima para conducirlos es de 15 años , el casco no es obligatorio a partir de 16 años -aunque en Bird los regalan a través de la app y en Lime están a punto de implantarlo para intentar que los usuarios circulen de la forma más segura posible- y no está penado usar el teléfono móvil, escuchar música con auriculares, ni montar en ellos con unas copas de más.

¿Por dónde pueden circular los patinetes? La respuesta no es sencilla ya que muchas ciudades españolas todavía no han regulado su uso. En líneas generales se puede circular por calles, carriles -excepto los de bus- y pistas para bici, y las aceras no son una opción porque quedan reservadas solo a los peatones -y si se usan, la velocidad está limitada a 5 Km/h-. El limite de velocidad está establecido entre 20 y 30 kilómetros por hora, según el peso del vehículo, aunque los patinetes compartidos limitan, prudentemente, la velocidad a la media de una bici -24 Km/h-.

En cuanto a las ventajas del patinete eléctrico para la condición física, según el entrenador Marcos Florez, director de estarenforma.com, son pocas. «El trabajo de las piernas es un poco mayor que cuando vamos caminando , ya que hay que ir ligeramente flexionados. Pero no se puede considerar ejercicio físico», asegura. «Las tareas cognitivas sí se estimulan algo más que andando, porque te desplazas más rápido y hay improvisación y toma de decisión en lo que a los obstáculos se refiere», añade. Recomienda más el monopatín de toda la vida, igual que Miguel Rojo, responsable y entrenador personal de Cool Health Club , que explica que ese sí un deporte muy exigente a nivel de la de musculatura posterior de la pierna. «Con el patinete tradicional ejercemos una gran fuerza de empuje contra el suelo, fortaleciendo enormemente la musculatura del glúteo e isquiotibiales. El problema es que es un esfuerzo unilateral, se trabaja de forma muy descompensada un lado del cuerpo con respecto al otro, y lo ideal sería ir cambiando de pierna de empuje cada cierto tiempo», recomienda Rojo. «También trabaja el equilibrio , la atención plena y, si le damos intensidad, nos subirá bastante las pulsaciones». ¿Quién se apunta a volver a este «yoga sobre ruedas»?