Por qué Penélope Cruz ha sido 'la reina' del Festival de Venecia 2021

En esta edición la actriz ha estado más tiempo que nunca en la ciudad de los canales, y como consecuencia se han visto también más looks, con Chanel como protagonista de todos y cada uno de ellos. Este es precisamente otro detalle que la corona como ‘la reina’ del festival, pues en cada jornada se ha encargado de dar una lección de buen gusto recurriendo a opciones que, aunque diferentes, comparten un elemento en común, la atemporalidad.

Para recoger su galardón el pasado sábado se vistió como una auténtica Cenicienta con un vestido que Virgine Viard había diseñado en exclusiva para ella tomando como referencia un modelo de la colección Primavera-Verano 2020 de Alta Costura, y para el que hicieron falta más de 600 horas de trabajo. Un modelo con escote Bardot con el cuerpo ajustado y una voluminosa falda de tul repleto de bordados con lentejuelas y pedrería plateadas. Lo combinó con unos salones bicolor muy característicos de la Maison y un peinado y maquillaje sencillos para no restarle atención a la prenda.

El día anterior dejó el romanticismo a un lado y optó por uno algo más moderno con aires minimalistas, con un diseño de escote asimétrico en blanco roto que incluía tres grandes volantes, desde la cintura hasta el bajo de la falda, en la que también había una abertura lateral. Para la ocasión se decantó por un moño alto con el que recordaba a Audrey Hepburn y eyeliner muy marcado que cedían el protagonismo a los grandes pendientes con hileras de perlas y brillantes.

En su primera alfombra roja también dejó el listón muy alto con un vestido bicolor de seda cuya característica principal era el contraste en formas y tejidos. El cuerpo ajustado con cuello a la caja incluía unos volantes a modo de tirantes mientras que la amplia falda constaba de capas rectas plisada y una falda de tul con plumas. Un diseño en donde cada hilada estaba minuciosamente planificada y que combinó con un recogido bajo con ondas al agua y labios carmín.

Pero no todo iban a ser estilismos nocturnos, durante el día también dio una lección de elegancia con prendas que reflejaban los puntos más icónicos de la casa francesa. En primer lugar, destaca este vestido bicolor con troquelados y encaje en el que no faltan los característicos bolsillos con una cenefa negra bordada, igual que en el escote. Un outfit que remató añadiendo una bombonera con cadena y el logo de Chanel a juego con los brazaletes de Carey, gafas de sol XXL negras y unos peep toe con pulsera.

Otro de sus conjuntos más elegantes fue este dos piezas con una chaqueta de tweed ligero con flecos que recuerda a los trajes más típicos de la firma y que combinó con un 2.55 en tamaño mini forrado con el mismo tejido.

El estilismo anterior se asemeja bastante a este conjunto de falda y americana blanco roto, también de tweed, cuya chaqueta poseía un estampado de cuadros y un remate con una pequeña cadena y que combinó en este caso con unos peep toe blancos.

Por último, otra de sus elecciones dignas de mención es este ‘total look black’ con el que parecía una ‘Caperucita Roja’ moderna con un vestido de tercipelo y una capa de encaje del mismo tono. Muy acertado también fue su peinado, con una coleta alta hacia atrás que potenciaba aun más las prendas.