ALTA COSTURA EN PARÍS
John Galliano recupera el espíritu de los 50 para Christian Dior
La mítica casa francesa abre el calendario de los desfiles más exquisitos
ABC
El nuevo desfile de John Galliano para Christian Dior convierte hoy el Museo Rodin de París en el epicentro de la primera jornada de Alta Costura para la Primavera/Verano 2011 .
La modelos han salido a la pasarela recordando ... los años dorados de la feminidad, con las poses típicas de las maniquíes de revista de la década de 1950 : una mano a la cadera y otra en el mentón, cadencia en los movimientos y mirada altiva.
El desfile de Dior couture ha resucitado hoy la esencia más preciosista de la casa. Hombros marcados, cinturas de avispa y faldas que terminan a la altura de los gemelos , Galliano ha imprimido a la colección todos los ingredientes sartoriales de las divas de Hitchcock. «Parecen mujeres frágiles, envueltas por enormes telas» , ha dicho el director Pedro Almodóvar, emocionado, tras ver el desfile, «maravillado por cómo se mantienen los volúmenes».
Con las cejas subrayadas en rojo, pestañas postizas y la boca en bermellón, las modelos llevaban guantes largos y delizados zapatos de altísimo tacón. Los colores, en degradado, desde el blanco hasta el azul noche, pasando por la gama de amarillos y rosas, siempre bordados como flores de cristal. Y los volúmenes, los grandes protagonistas del show, minuciosos, abullonados, exagerados y extremadamente delicados .
Un homenaje a la esencia de la casa, a los años 50 (tan de moda gracias en parte a la exitosa serie «Mad men») y a la feminidad, eso sí, revestida de actualidad. Haute Couture 100%.
Aires deluxe
Con tanto fasto Galliano parecía proponer un mensaje rotundo aunque subliminal, pues la crisis dejó de existir por completo durante los minutos que duró su presentación, en una carpa instalada al efecto en los jardines del Museo Rodin, junto a los Inválidos. Al igual que ocurrió a mediados del siglo pasado, cuando Christian Dior abrió las compuertas de la ilusión al empezar a derramar su soberbio y generoso lujo sobre la capital más elegante del mundo.
Las legendarias ilustraciones con las que René Gruau reflejó ese "nuevo look", esa nueva manera de vestir a la mujer, liberada de las cartillas de racionamiento y de la pesadumbre de la posguerra , fueron el punto de partida de la colección. Como en los años 50 vistos por el maestro fundador, con John Galliano la indumentaria más lujosa que una mujer pueda portar en la primavera-verano 2011 será también cuestión de decenas de metros de tejido.
Algo indispensable para crear los voluptuosos volantes, drapeados, plisados, las gigantescas mangas, faldas y boleros mostrados hoy, decididamente lejos, muy lejos de la crisis.
Con suma frivolidad lo corroboraban las aparatosas plumas portadas en la cabeza por las modelos, o las que formaban un voluminoso modelo blanco como de dos piezas, que para Elena Anaya fue, según dijo a Efe, su favorito.
Además de haberse inspirado en sus dibujos Galliano rindió rotundo homenaje a la aristócrata italiana Marie Gruau de la Chesnaie (1909-2004), más conocida como René Gruau , nombre con el que firmó sus dibujos mundialmente apreciados.
Por supuesto también por su amigo Christian Dior (1905-1957), para quien a mediados del siglo pasado dibujó a placer, incluido su famoso "Vestido Bar" de voluminosas caderas, con el que nació el "New Look", declinado hoy con absoluta actualidad en versión verano 2011. Homenaje e inspiración produjeron una colección trabajada como un cuadro, creadora de siluetas fluidas y rebosantes de elegancia, en organza, seda, falla y tul, teñida de tonos degradados, francos, dulces y claros; del azul al amarillo, el beige y el dorado, y también vivos, como el rojo o el verde esmeralda.
Día escultórico
La jornada fue marcadamente escultórica, desde su apertura por Alexis Mabille y sus creaciones de volúmenes precisos y controlados y a la vez modulables. Siguieron las obras "techno impresionistas" de Christophe Josse , quien se inspiró en los yesos de Cocteau; las "hollywoodienses" adornadas de estratégicos escotes y calados de Alexander Vauthier , y el estilo futurista mostrado de Armani .
Fuera del calendario oficial, la última escultura del día llegó de la mano de Etam , que presentó en el Grand Palais su colección de lencería y, sobre todo, la creada para la firma especialmente por la modelo y ahora también diseñadora, Natalia Vodianova . Una colección evocadora del "paraíso", según contó en rueda de prensa la modelo, cuya mano derecha en el mundo del diseño es la española María Gargallo Moneva , formada en Madrid y en Londres, donde se conocieron.
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