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Sostenibilidad

Orsola de Castro, activista por una moda sostenible: «No se trata de no comprar, sino de hacerlo con la idea de conservar la ropa»

La diseñadora británica, cofundadora de Fashion Revolution, propone además investigar el origen y el compromiso de las marcas con el planeta y con una cadena de producción digna

Orsola de Castro, activista por una moda más sostenible.
Laura Pintos

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Mejor reutilizar, reparar y reciclar que comprar ropa nueva. Y si compras, debes conocer el origen de tus prendas. En estas dos premisas podría resumirse la filosofía que Orsola de Castro pregona por el mundo. La diseñadora de origen italiano, aunque residente en Reino Unido, se ha hecho famosa con estas ideas simples pero rotundas, que encajan como a medida con el actual momento de preocupación medioambiental y búsqueda de la sostenibilidad que vivimos en la sociedad y en las industrias, también en la moda.

Ella lleva practicándolas muchos años ya, desde que en 1997 creó su firma de ropa de upcycling From Somewhere, tras lo cual se dedicó varios años a asesorar a otras marcas en cuestiones de sostenibilidad y transparencia. Todo se precipitó y amplificó en 2013, tras la explosión de una fábrica textil en Bangladesh que provocó la muerte de 1.138 personas y 2.500 heridos, pero que además puso de manifiesto la situación precaria de sus trabajadores y el verdadero origen de mucha de la producción que llega al mundo desarrollado a través de proveedores opacos. Aquel día, Orsola de Castro y su colega Carry Somers entendieron que había llegado el momento de ir más allá, de montar una revolución.

Juntas fundaron el movimiento Fashion Revolution . La entidad está presente ya en un centenar de países y congrega a miles de personas vinculadas al mundo de la moda o simplemente aficionadas a ella que se sienten identificadas con su decálogo-manifiesto y se comprometen por tanto a llevar adelante una propuesta clara: «Compra menos. Elige bien. Hazlo durar». La revolución a través de la reutilización.

Segundo libro de Orsola de Castro.

Con esta nueva forma de actuar por parte de los compradores, ellas quieren provocar la reacción de las empresas que les venden, para que inicien la transformación hacia compañías más sostenibles, con mayor transparencia en la cadena de producción, condiciones justas en sus plantillas y respeto al medioambiente. A través de Fashion Revolution, las diseñadoras y activistas encabezan campañas de opinión pública y foros, hacen estudios y comparten material para despertar al mundo 'fashionista' y sentar las bases de un nuevo paradigma de consumo en moda.

Orsola de Castro, que acaba de publicar su segundo libro, 'Loved clothes last', ha hablado con Estilo en exclusiva sobre cómo convertirse en activista por la moda sostenible:

¿Cómo podemos convertirnos en consumidores más sostenibles?

No hay una forma de ser un consumidor de moda más sostenible, salvo que las marcas lo hagan posible para nosotros proveyéndonos de productos sostenibles. La sostenibildiad no se trata de comprar, sino de disfrutar prendas que ya tienes, de arreglar la ropa, intercambiarla con tus amigos. Hay varias formas de buscar mejores productos y encontrar mejores marcas, y eso solo requiere tiempo e investigación por parte de cada uno. En lugar de destinar dinero y horas a buscar la talla perfecta, debemos emplearlas en encontrar marcas que se ajustan a nuestros principios.

Si miramos a nuestro armario con nuevos ojos, con estas ideas de Fashion Revolution en mente, ¿qué podemos hacer?

Podemos arreglar, zurcir, compartir, reformar, regalar, intercambiar, tras decidir usar más la ropa que ya tenemos. El único antídoto contra una sociedad de consumo y descarte es conservar lo que poseemos, darle más uso, aprovecharlo.

¿Este movimeinto plantea que nos compremos menos ropa, o comprar de otra forma?

Sí, tenemos que comprar menos. Porque las marcas nos ofrecen mucho para comprar y para desear. Pero además tenemos que comprar para conservar. No importa si es más caro o más barato, lo importante es que lo hagamos teniendo en mente que lo usaremos y que nos lo quedaremos.

¿Cómo podemos saber qué marcas son sostenibles?

Es clave hacer nuestra propia investigación y elegir aquellas marcas que conectan con nuestras ideas. Tenemos que tomarnos el tiempo para descubrir si los mensajes de la publicidad son ciertos, y la única forma es comprobándolo por nuestra cuenta. No podemos consumir su información como lo hacemos con su ropa: veo o leo y absorbo. El marketing es un lenguaje y debemos entender lo que las marcas nos están diciendo para decidir si creerles o no.

Generalmente las prendas que más duran son las más caras. ¿Cómo podemos hacer durar nuestras prendas si son de baja calidad?

Las prendas más baratas son también las más fáciles de reparar. Si tienes una preciosa pieza de colección o vintage necesitarás a un experto para que la arregle o modifique. La moda masiva no es necesariamente la peor hecha, sino la más simple, lo cual supone que también sean la más sencilla de arreglar. Dicho esto, creo que es responsabilidad de las marcas, aunque sean de ropa de bajo precio, pagar lo justo a quienes las fabrican y que en el proceso no se dañe al medioambiente, y creo que son ellas las que deben favorecer también esta nueva forma de tratar las prendas.

¿Deberíamos entonces recurrir más a la ropa de segunda mano y vintage?

El vintage y la ropa de segunda mano es una solución, pero no la única. Siempre se trata de un cóctel de soluciones, o de acciones. En realidad debemos tener una aproximación holística a nuestro armario, en la que debemos entender que hay que comprar mejor y con la intención de conservar. Si ese es el punto de partida, contribuiremos a desacelerar el sistema actual.

Muchas veces es más caro arreglar la ropa que comprar una nueva. Es complicado por tanto que todas las personas puedan hacerlo.

Es tan importante reparar nuestra ropa como arreglar los sistemas fallidos. La industria de la moda está sobreproduciendo y el sobreconsumo es ahora la norma, algo negativo tanto para la humanidad como para el planeta. Si empezamos a arreglar nuestra ropa, y si demandamos a la sociedad que recupere la cultura de la reparación como aún se hace en muchos sitios del mundo, esa es nuestra contribución a ese cambio, es el primer paso para frenar el consumismo y la industria tal como funciona ahora, es una manera diferente de empezar a ver las cosas. Nuestros armarios son el punto de partida. Nuestros armarios están en la cadena de producción de la industria de la moda, así que somos responsables desde el momento en que compramos. Cada mañana, al elegir nuestra ropa, está en nuestro poder cambiar las cosas.

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