Frida Kahlo, el dictado de estilo de una visionaria

Aconsejada por su marido, el también pintor Diego Rivera (1886-1957), todo en Frida Kahlo (1907-1954) se convirtió en fresco y original, en una verdadera imagen de marca. Su manera de ser, su feminismo confuso, su amor por el estilo étnico, su estilo al vestir, maquillarse e incluso su surrealismo algo infantil a la hora de pintar, llevan marcando la moda, la cosmética, el arte y la decoración durante décadas.

Quizás lo más significativo del «estilo Frida» sean -además de su bigote y su característico ceño poblado- sus tocados de flores. Este estilo, divertido y femenino, distaba mucho del modo de vestir y peinarse de Frida inicialmente, que sobresalía por su sencillez e incluso por una cierta masculinidad . Estos tocados de flores sobre la cabeza, tan españoles, formaban parte de la recuperación del folclore hispano así como de sus ansias por decorar su cabeza, la parte de su cuerpo que estimaba más bella y que tantas veces dibujó en sus autorretratos. Desde hace años, marcas comohan heredado ese toque, no dudando replicar la imagen de la Kahlo.

Si Frida Kahlo viviese en nuestros días, estaría sorprendida de ver cómo marcas de moda del tipo de Etro, Johanna Ortiz o Custo combinan estampados de distintos tipos y mezclan colores imposibles en un mismo atuendo con un resultado garboso. Ella, que de joven vestía con camisas blancas y chaquetas negras, se convirtió en la reina de las combinaciones de tejidos más estridentes.

La muestra incluye curiosos objetos personales de la pintora, especialmente una selección de su maquillaje, con numerosas pinturas de uñas de colores fuertes, rouge para las mejillas y barras de labios que le daban ese color rojo dramático, tan de moda actualmente. Las colecciones de casas de cosmética como Benefit , a buen seguro que serian del gusto de la mexicana.

Frida reflejaba su sincero interés y su gusto por la joyería de origen maya , las piezas populares y los vestidos típicos de varias regiones. Su forma de arreglarse, con collares y abalorios inspirados en el periodo precolombino y en el estilo colonial, están de máxima actualidad en este siglo XXI, que recupera los clásicos y las tradiciones.

Ahora más que nunca se presta una especial atención a la forma de las cejas. Han proliferado los brow bars , abundan los diseñadores de cejas y por doquier se anuncian y venden productos para «domarlas», resaltarlas o maquillarlas. También se vuelven a llevar las cejas anchas y marcadas, algo en lo que Frida fue un ejemplo rutilante.

Durante su juventud, en los años 20 y 30, Frida se aficionó, como tantas otras chicas jóvenes, a la moda de los lunares de fondo discreto, algo que con los años transformó en prendas con grandes volantes y lunare s y rayas llamativas.

El mito de Frida ha llegado también al mundo de la decoración. Su imagen de marca se ha convertido en motivo de colecciones de papeles pintados editados por Murals Wallpaper. La cabeza de Kahlo también la retoman empresas de posters de gran tamaño, cabeceros y cojines a la venta en Amazon.