La última provocación de Tom Ford

La siguiente imagen de la campaña sube un par de grados más la temperatura, cuando el modelo, Max Motta , vacía una botella de la fragancia sobre la modelo, Mariana Braga , que luce el busto desnudo. «Neroli Portofino», dicen en la casa, es la reinvención de un agua de colonia clásica, que evoca al instante la seductora esencia de la costa italiana. De ahí la sexualidad latente.

Ford tira una vez más de la sexualidad que le caracteriza, un estilo propio al que se ha bautizado como «porn chic» , que ha influido notablemente en el imaginario y la cultura de la moda. Desde sus polémicos anuncios en su etapa al frente de Gucci (etapa en que consiguió sacar a la casa de la bancarrota y llevarla de nuevo a la primera línea) en que mostraba un pubis femenino depilado con la inicial de la casa, a la explícita imagen de la modelo Sophie Dahl para el perfume «Opium» de Yves Saint Laurent en actitud sexual, Ford emplea la sensualidad como una herramienta más en sus campañas. También en su propia marca, en la que ha contado en numerosas ocasiones con el modelo español Jon Kortajarena .