Doña Letizia recurre de nuevo al vestido más sobrio de su armario, su nuevo favorito

Lo ha hecho con un vestido de Bottega Veneta azul petróleo que, desde que lo adquiriese en 2018, ha sido uno de los que más ha lucido. La prenda se compone de un cuerpo ajustado con escote en uve y un drapeado frontal y una manga francesa con la hombrera marcada que afina aún más si cabe su esbelta figura. Se une a través de un fino cinturón a la falda evasé de largo midi con la que contrasta y que le añade un toque de movimient o al estilismo.

Cabe resaltar los bordados de mariposas ligeramente más oscuros en la parte superior y que podría ser un guiño hacia todos los dibujos que adornaban hospitales y pancartas como apoyo a los sanitarios y enfermos de Covid-19. No hay que olvidar que las mariposas se conciben como un símbolo de renacimiento, fuerza y esperanza , valores muy acordes a la situación que se está viviendo actualmente.

En cuanto a los accesorios, también han sido bastante discretos. Por un lado, unos salones azul marino, casi negros, de Manolo Blahnik y un clutch rectangular de Carolina Herrera con un detalle metalizado. Ambas piezas ya las había utilizado en más ocasiones. En cuanto a la joyería, solo ha optado por unos discretos pendientes de, una de sus firmas favoritas.

En cuanto al beauty look ha sido muy acorde con un moño bajo italiano con la raya en el medio que se mostraba con un resultado muy natural, dejando que algunos mechones cayesen con sutileza a ambos lados del rostro, y un maquillaje en tonos melocotón muy natural.

Volviendo al vestido, habría que comentar que aunque lo haya lucido hasta en seis ocasiones, en cada una de ellas le ha dado un toque diferente gracias a la variación en el peinado y los accesorios. La primera vez que lo llevó fue en un viaje a Santiago de Compostela en 2018 y en ese momento añadió una gabardina beige y el pelo suelto con ondas mientras que en la reunión con el Patronato de la Fundación Princesa de Asturias del pasado mes de junio llevó el pelo suelto y listo.

Doña Letizia ha demostrado una vez más de que cualquier prenda puede adquirir un acabado diferente si se sabe cómo jugar con los complementos y demás aderezos.