Libres y desiguales
La firma catalana Desigual abrió la sexagésima edición de la pasarela madrileña
rosa belmonte
La misma tarde en que Cayetana Álvarez de Toledo hablaba en el Círculo de Bellas Artes en nombre de Libres e Iguales, Alessandra Ambrosio desfilaba para Desigual , firma catalana. El bellezón brasileño abrió el desfile con casi media hora de retraso sonriendo y saludando. ... La vida es chula. Y variada. La tercera textil española inauguró ayer en solitario la Mercedes Benz Fashion Week Madrid , celebrando sus 30 años en la sexagésima edición de la pasarela madrileña. Pasarela muy libre, según Luis Eduardo Cortés, presidente de IFEMA, que había dicho en la presentación de la misma que en Madrid son más libres pensando y viviendo: «Todo lo que nos venga de Barcelona aquí es bien recibido. A veces no es tan fácil si es al revés. Si es una marca de Madrid la que quiere participar en algo de Barcelona, no parece que sea tan fácil».
Desigual solo vende el 20% en España . Aunque cuando vas al El Corte Inglés y ves en esos corners que parecen campos tanto estampado loco (no más locos que los de Missoni o Ágatha) da la impresión de que todos nos vistiéramos así.
El ambiente en Ifema era ayer de fiesta. Como si en una velada literaria se presentara Paulo Coelho y los lectores de Echenoz se dieran codazos. Porque Desigual es el Paulo Coelho de la moda. Pero lo mismo dará en la empresa de Thomas Meyer que la prensa se ría por lo bajini (en 2013 facturó 828 millones y en 2014 la cosa va para arriba, lo que da para carcajadas como las de Christine Baranski en «The Good Wife»). Es como reírse de Paula Echevarría y Sara Carbonero (lo peor de «Yo soy Isa» es que Isa dijo que seguía los blogs de las dos; la cuadratura del triángulo). Pero vaya, Chabelita no estaba. Sí Carmen Barceló, la futbolera de «El chiringuito», que prefirió el desfile a hacer la uve. Y Astrid Klisan, la mujer de Carlos Baute, con la estilista Cristina Reyes (la de Preysler, Tamara Falcó o María Margarita Vargas). En la primera fila también había chicos José Luis Moreno (Dani Muriel y Rubén Sanz). A eso añadimos que Cristina Castaño hizo la presentación. Vestida de azafata nos dio la bienvenida al «happy tour» (japitur). Viéndolo, Manel Jadraque, el director ejecutivo de la firma. Cuenta que Desigual es «una marca happy cómoda». La colección no era la misma de Nueva York (allí fue «un Desigual más sofisticado»). Lo de ayer era un homenaje a «los iconos de la casa», lo geométrico, las flores, los colores vivos». El estampado alucinógeno.
Había entre cajas un letrero que animaba a las modelos a sonreír. También a que movieran las caderas (todo en happy inglés). Eran las alegres chicas de Desigual, que son como las de Colsada pero extranjeras. Manel Jadraque sería Luis Cuenca, sobre todo cuando se fotografía con ellas. La sensación al ver un desfile de Desigual es la de haber tomado tripis. La vida es chufla.
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