En el primer autorretrato que realizó Frida Kahlo con 19 años ya demostraba lo importante que era para ella la moda. Lleva un traje de terciopelo con gran escote, muy atrevido para la época; Es un regalo para su primer amor y amigo Alex.
Hilda Trujillo, directora del Museo Frida Kahlo, explicó a ABC.es cómo desde hace años diseñadores europeos y estadounidenses se han inspirado en el vestir de la artista mexicana. «Decidimos, a partir del interés de la moda contemporánea, mostrar sus vestidos y la influencia de éstos. Y como Frida se construye una identidad a través del vestuario».
Así nació la exposición «Las apariencias engañan», inaugurada el pasado día 22 de noviembre en Ciudad de México en colaboración con «Vogue». El título, sacado de una frase que la artista escribió en uno de sus cuadros, busca explicar la forma en la que Frida se convertía en un objeto de deseo ocultando sus evidentes imperfecciones físicas tras la ropa y complementos.
El guardarropa escondido
Abrir el armario de Frida Kahlo fue imposible hasta 2004. Dolores Olmedo, albacea de las casas de la artista y su marido Diego Rivera, no permitió el acceso a los cuartos de baño donde se guardaban estos objetos hasta que murió. «En el baño de la recámara de Frida había 300 prendas, sus corsés, medicamentos, joyas… Algunas prendas estaban en muy mal estado y había que restaurarlas», explica la directora.
Algunas de las prendas tienen manchas de pintura
«Pese a sus más de 30 operaciones, posaba como una reina. Frida Kahlo era muy femenina y coqueta», opina Trujillo. Cubría su pierna derecha deformada con largas faldas y los blusones escondían los corsés que tuvo que portar durante casi toda su vida. Pero si hubo algo característico en su indumentaria fue el vestido de tehuana, el traje tradicional de las mujeres del Istmo de Tehuantepec. «Homenajeaba el arte popular con su vestimenta», recuerda la directora del museo. En sus estancias en EE.UU. Frida llamaba la atención de los americanos por su aspecto, los aretes y las flores para adornar sus moños araña completaban la fiesta que suponía ese traje típico.










