Cristina Kirchner, en un hospital para ricos
Pese a su discurso populista, la presidenta será intervenida en un lujoso sanatorio privado de «cinco estrellas»
Cristina Kirchner, en un hospital para ricos
Kirchner evita internarse en el hospital presidencial ubicado en el empobrecido barrio porteño de La Boca
La presidenta de Argentina se «librará» del mal que la aqueja en el Hospital Austral, el buque insignia en materia de salud del Opus en Argentina. Levantado con fondos, entre otros, del empresario multimillonario Gregorio Pérez Companc, el centro cuenta con el apoyo de renombradas figuras vinculadas a «la Obra». Cara visible del conservadurismo, una de sus madrinas es la ex top-model Valeria Mazza , muy amiga del matrimonio Aznar.
Como en casa
El centro es, por dentro y por fuera, todo lujo. En rigor, se trata de un complejo urbanístico de 36.000 metros cuadrados con zonas ajardinadas. El cuerpo principal del edificio así como los quirófanos disponen de tecnología de punta. Sin riesgo de caer en el error, se puede decir que es un edificio inteligente donde «el paciente puede sentirse como en su casa». La afirmación, en la página web de la clínica, no es gratuita. El diseño arquitectónico y la decoración tienen muy en cuenta al paciente y su necesidad de sentirse en un lugar acogedor.
«El verde del campus que lo rodea, la calidez de las instalaciones, el confort de las habitaciones, la decoración y los profesionales en nutrición y gastronomía que garantizan un menú a la medida de cada paciente», son argumentos sólidos para confiar en que la estancia, pese a la enfermedad, resultará si no grata, al menos agradable. «Más que un sanatorio parece un hotel de cinco estrellas», observa un argentino que conoce el lugar. En un vídeo realizado por la revista «Perfil» se aprecia con detalle que las virtudes expuestas no son exageradas.
El Austral es un complejo urbanístico. «Más que un sanatorio, parece un hotel de cinco estrellas», dicen
Los facultativos se mueven con un iPad bajo el brazo y las radiografías, análisis, tomografías computadas o cualquier otro estudio, se ven en pantallas. La última generación tecnológica está al alcance del Austral, como se conoce coloquialmente este centro de Pilar, localidad en la periferia de la capital. Rigor y bienestar son sus cartas de presentación. Lo sabe bien Gustavo Béliz, ex ministro de Carlos Menem y, por poco tiempo, también de Néstor Kirchner. Conocido miembro del Opus Dei, Béliz es supernumerario. Su nombramiento desató la ira de Hebe de Bonaffini, principal estandarte de Cristina Kirchner en su guerra contra el liberalismo. «No lo queremos, es un hombre del Opus Dei, casi fascista, ligado a grandes capitales», bramaba entonces la titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo .
Pero en esta nueva «onda» de regreso a los años 90, al capitalismo y a los servicios privados de salud para la presidenta «nacional y popular», hay otro protagonista: el cirujano que intervendrá a Cristina Kirchner . Se trata de Pedro Saco, jefe del departamento de Cirugía del hospital. En su perfil no figura pero como el Austral, si no es del Opus, lo parece. Dicho esto, es una eminencia que garantiza estar a pie de «obra» en el quirófano.
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