El vergonzoso comienzo de Isabel Pantoja como cantante

La familia Pantoja no deja de dar titulares, la mayoría de ellos polémicos. A la guerra que enfrenta a los dos hermanos, Kiko Rivera y Chabelita , se une una nueva noticia que pondría en jaque el honor de Isabel Pantoja . Y es que esta semana, tal y como desvela la revista «Pronto», los comienzos de la tonadillera no habrían sido tan idílicos como todo el mundo pensaba.

La revista ha entrevistado a Miguel Ángel Aller , hijo de Miguel Aller , el descubridor de Isabel Pantoja, y quien asegura que el clan le debe bastante dinero pero que él con estas revelaciones no pretende que se lo devuelvan, tan solo que se sepa la verdad.

Los inicios de Isabel como cantante fueron gracias a sus padres ( Juan Pantoja , alias Chiquetete , y Ana Martín ). De raza calé, él era un cantaor de flamenco que tuvo mucho éxito en su época. Ella también quiso probar suerte en el artisteo, pero su paso por el grupo de Juanita Reina como bailaora le duró un suspiro, por eso no le dejó nada de gloria. Tenía que sacar a cuatro hijos adelante hasta que se dio cuenta de las dotes musicales de su pequeña princesita . En aquella época, los niños prodigio estaban de moda y eran un seguro de vida. A los 7 años, la llevaron a cantar al teatro Álvarez Quintero de Sevilla en un concierto homenaje a Juanito Valderrama y Dolores Abril .

Su padre fue quien grabó -con su sello discográfico, Fonal, en Mallorca-, las primeras mil copias de la tonadillera por 5.000 pesetas cuando tan solo contaba 14 años. Sin embargo, Aller asegura que el cantaor incumplió su contrato que les unía a la discográfica por cinco años, «se marcharon del hotel y se subieron a un barco sin decir nada». A pesar de que un abogado amigo de la familia Aller les recomendó que les denunciara, este no lo hizo por pena, porque en aquel momento los Pantoja eran unos «desgraciados» que vivía tan solo del dinero que ganaban actuando en tablaos de barrio y «tenían muchas deudas».

Hace tres años que se murió el descubridor de la pequeña y ahora su hijo rompe su silencio para que la memoria de su padre se valore. «Mi padre se sintió engañado y traicionado». Asegura que no tiene miedo de unas posibles represalias legales por parte de los Pantoja pues guarda los contratos de su padre y Juan Pantoja.