A la venta las mansiones de Jeffrey Epstein

El 6 de julio de 2019, fue arrestado, recién aterrizado de unas vacaciones en Paris, por tráfico sexual de menores en sus hogares de Manhattan y Florida entre los años 2002 y 2005. El arresto se realizó más de una década después de que Epstein se declarara culpable de solicitar prostitución y contratar menores para prostitución, una acusación por la que cumplió solo 13 meses en prisión.

Su infame mansión del Upper East Side de Nueva York es solo una de las propiedades en la vasta cartera de bienes raíces del financiero y, en cada una de ellas, parece existir una historia espeluznante de abuso, secuestro e intimidación de menores. En el nuevo documental de Netflix Filthy Rich: Jeffrey Epstein, donde se reexamina la vida y los crímenes de Epstein , aparecen las propiedades de Epstein hoy a la venta. De hecho, su casa de Manhattan es una de las más grandes y caras de la ciudad, pero, además, parece haber sido adquirida por el financiero de una forma misteriosa. Según el New York Times, sus múltiples hogares permitieron al financiero evitar registrarse como delincuente sexual en todos los estados, excepto en dos: Florida, donde cumplió una condena de 13 meses en 2008 y Nueva York, donde no se registraba regularmente con las autoridades al cambiar su residencia oficial a las Islas Vírgenes.

Tras una redada del FBI el pasado julio del 2019, se encontraron múltiples documentos y fotografías de menores en la mansión del Upper East Side, así como pasaportes falsos y montones de dinero en efectivo. Los registros mostraron las escrituras de esta mansión transferida a Epstein por su mentor y cliente Les Wexner en 1996 por 0 euros. El razonamiento exacto detrás de este generoso regalo es un misterio, pero varios informes a lo largo de los años han pintado una imagen de cómo era la casa en el interior. Entre los extraños pormenores de este lugar de 40 habitaciones: hay un mural masivo en el patio que representa a una prisión, también hay una mesa de masaje con juguetes sexuales y lubricante, una muñeca femenina de tamaño real que cuelga de una lámpara de araña, la escultura de una guerrera africana desnuda , una habitación cubierta en cuero, y un caniche negro de peluche posando sobre un piano de cola junto con las fotografías de desnudos que el FBI ha guardado en secreto en una caja fuerte.

Según los documentos oficiales, Epstein poseía seis propiedades residenciales de lujo: una mansión multimillonaria en Manhattan; dos islas privadas en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos; una casa en Palm Beach, Florida; un rancho en Nuevo México; y un apartamento en París, Francia.

La mansión de siete pisos de Epstein en Manhattan se vende por 80 millones de euros y abarca 28,000 pies cuadrados. La mansión fue comprada por primera vez en 1989 por el fundador de L Brands, Les Wexner , por 13.2 millones. Wexner la vendió en 1998 a Nine East 71st Street Corporation (NES), con sede en Nueva York, por un monto no revelado. En 2011, la propiedad fue transferida de NES a Maple Inc. por 0. Los registros públicos de 2011 muestran que Epstein tenía la propiedad de NES y Maple Inc. en el momento de la transferencia. En 2003, Epstein permitió que un periodista de Vanity Fair visitara la casa. El interior fue descrito por Vicky Ward como una «fantasía de paredes altas, ecléctica e imperiosa que parece no tener límites».

La mansión de Epstein en Palm Beach se vende por 20 millones de Euros y este complejo se encuentra a una milla de distancia del famoso Mar-a-Lago de Trump. Hay seis habitaciones en la casa principal, además de una casa para el personal y una casa en la piscina. Según el Palm Beach Post Epstein compró la propiedad en 1990 por 2.5 millones. Si bien todas las casas de Epstein eran esenciales para su red de tráfico sexual , se dice que gran parte del abuso tuvo lugar en Palm Beach. Según el Miami Herald, Epstein estaría acusado de participar en actos sexuales con niñas, al menos, tres veces al día. Kerry Warwick , del Grupo Corcoran, el agente inmobiliario, dijo a The Wall Street Journal cuando se le preguntó como afectaría el juicio a sus mansiones. «Creo que esta propiedad no tendrá valor en el futuro».