El «trumpismo» tiene una nueva estrella, Zina Bash

Durante la jornada del martes, Bash estuvo sentada justo detrás de Brett Kavanaugh, haciendo gestos en favor de la supremacía blanca y contra la resistencia. Mientras Kavanaugh se juega su confirmación como juez vitalicio del Tribunal Supremo, lo que con suma probabilidad tenga efectos determinantes en la balanza ideológica de la corte durante décadas, ella hacía señas que parecían guiños a la derecha del Alt-right . El protagonismo de Bash en redes sociales se ha desatado definitivamente esta madrugada, cuando varios twitteros de la Resistencia, entre ellos el profesor en Ciencia Política Eugene Gu, la han acusado de hacer el white power sign -el gesto del poder blanco-, que tiene connotaciones contradictorias en Estados Unidos . Hay que remontarse a 2016 para entender su significado actual. Fue en marzo de ese año cuando uno de los mayores polemistas de la extrema derecha en EE.U., el británico Milo Yiannopoulos , lo usó para una foto tomada en la Casa Blanca con una gorra del «Make America Great Again». Después le copiaron otros, incluido el nacionalista blanco y miembro del movimiento de ultraderecha Alt-right, Richard Spencer . La observación de Gu recibió 15.000 «retweets» en menos de una hora y más de cuatro millones de vistas. La autora liberal Amy Siskind escribió que el gesto de Bash descalifica a Kavanaugh para la Corte Suprema.

Casada con el abogado Josh Bash , Zina se ha revelado como la mejor asistente de Kavanaugh en los círculos cercanos a Donald Trump. Bash, actual fiscal general por el Distrito Oeste de Texas, cuenta con una gran fortuna que comparte con su mujer, superando entre los dos los 10 millones de dólares (8,6 millones de euros). «Los ataques contra mi mujer son repulsivos», escribió John Bash en Twitter.

El padre de Zina es Lawrence Gelman , consejero delegado de un hospital de Texas y considerado uno de los magnates de los sanatorios de Houston. De madre mexicana , esta abogado habla perfectamente castellano y una de sus aficiones es cantarle nanas aztecas a su hija, Maria Izabella.

Para la gente que vive en Washington D.C., es probable que Zina Bash no sea una cara desconocida. Ha trabajado mano a mano con el juez Samuel Alito, ahora en el Tribunal Supremo, y también para Kavanaugh. Licenciada en Derecho por la misma Universidad de Harvard, tiene un postgrado en Finanzas por la escuela de negocios de Wharton, de la Universidad de Pennsylvania. Considerada una líder en su disciplina, fue nombrada una de las primeras de su promoción por su intachable historial académico.

Figura en la lista de las 50 personas más atractivas de Washington por la cabecera política «The Hill», donde compite con Barack Obama o Ivanka Trump. Pero su físico está eclipsado por su talento intelectual. La figura de Zina promete convertirse en una más seguidas en Washington D.C. especialmente si se confirma a Kavanaugh como juez de la Corte Suprema.