Todos los bulos sobre el embarazo de Meghan: de la tripa postiza al parto bajo el agua

Desde que la exactriz diera el «sí, quiero» al hijo más pequeño de Carlos de Inglaterra y la difunta Diana de Gales , se ha convertido en un personaje omnipresente en los medios de comunicación de todo el mundo. Y no siempre de manera amable: algunos amigos de la Duquesa, con George Clooney a la cabeza , denuncian la constante y agresiva campaña en contra de una de las mujeres más singulares de la casa Windsor .

Ahora que está a punto de convertirse en madre, las apuestas sobre el nombre del bebé se disparan en el Reino Unido: de momento, ganan los nombres de Victoria , si es niña; y el de Alberto, en el caso de nacer varón. Pero antes, a lo largo de su gestación, la Duquesa de Sussex ha tenido que hacer oídos sordos a un rosario de bulos sobre su estado y la manera en la que nacerá su primogénito o promigénita. He aquí algunos de ellos

Se lanzó la especulación de una gestación gemelar en las primeras semanas de embarazo. Y tan lejos llegó, que desde Kensington Palace , en noviembre se emitió un comunicado oficial donde se desmentía semejante información: «Sus Altezas Reales, el Duque y la Duquesa de Sussex, están muy felices de anunciar que la Duquesa de Sussex está esperando un bebé para la primavera de 2019 ».

Algunos pretenden, cuando está en el tercer trismestre de gestación, que Meghan emule a la abuela de su marido, la Reina Isabel II , y alumbre a su bebé en su propia casa. En este caso, en el recién estrenado Frogmore Cottage , en Windsor . Se decía que la Duquesa había «leído sobre las técnicas de parto natural, incluido el parto en el agua». Lo que parece más probable es que dé a luz en el Hospital St. Mary's, en Paddington ; o en el Hospital Frimley Park, en Surrey , muy cerca de su casa de campo en Windsor.

El término «doula» se remonta a la antigua Grecia, donde se refería a las esclavas o sirvientas que asistían a la mujer de la casa durante el parto. Hace algo más de tres años, el Consejo General de Enfermería presentó en Madrid un informe sobre la peligrosidad de una práctica que estaba sustituyendo de manera alarmante la labor de enfermeras y comadronas.

En el caso de Meghan Markle, se dijo que había contratado los servicios de una «doula» llamada Lauren Mishcon para ayudarla en el parto y que incluso esta ya le había dado algunos consejos al Príncipe Harry sobre cómo ayudar a su esposa. Sin embargo, Lauren desmintió esta información al rotativo «The Jewish Chronicle»: «Es el resultado de una broma en mi página Facebook y de una conexión muy lejana entre el abuelo de mi esposo y la Princesa Diana. La broma en cuestión no era más que estaría «ocupada en primavera» y que «no podía decir» el motivo.

Dado que se casó el 19 de mayo de 2018 , ya habría dado a luz. El rumor saltó a propósito de su vestido de novia Givenchy y los comentarios de quienes afirmaron que le quedaba demasiado ceñido en el abdómen.

Por otro lado, un chismorreo en Instagram de la cantante Missy Higgins , quien conoció a Meghan en Sydney, durante la gira que los Duques de Sussex realizaron por Australia, Nueva Zelanda y la Polinesia a finales de octubre, desató el rumor de que entonces ya estaba embarazada. Higgins se refirió a que su estado de gestación era de cuatro meses. Se ha demostrado que lo que dijo era una falsedad.

En el Reino Unido muchos aseguran que Harry y Meghan serán padres de una niña. Sin embargo, durante una visita a Merseyside , Meghan comentó que n o quería conocer el sexo antes de alumbrar a la criatura.

Esta información, que resultó ser una falsedad, se deslizó en un artículo de la revista «Vanity Fair». Un portavoz de Palacio sentenció: «Esta historia es totalmente falsa» .

Se lanzó un tweet y los comentarios sobre un falso embarazo corrieron como la pólvora en Twitter. Su abultado vientre era de pega. La teoría de la conspiración más surrealista .