Sara Carbonero cambia Oporto por Madrid

En cualquier caso, su lucha contra la enfermedad acaba de comenzar, pues debe mantenerse en guardia para que no se le reproduzca el tumor. Las sesiones de quimioterapia asoman ya por el horizonte, antesala para llegar a su meta: la curación.

Este delicado momento de salud que atraviesa Carbonero se une al de su esposo, pues Íker Casillas debe llevar una vida tranquila después del infarto de miocardio agudo que padeció el pasado 1 de mayo.

En solo un mes, la vida de la pareja ha dado un vuelco, lo que les ha llevado a priorizar su dimensión familiar más que nunca. Si el guardameta declaraba el pasado día 20, fecha de su 38 cumpleaños, que no estaba para demasiadas celebraciones, ahora le llega el turno a su hijo pequeño. Sí, porque Lucas Casillas Carbonero alcanza los tres años mañana y la ilusión del niño bien merece una conmemoración con un cariz positivo.

En cuanto a la faceta profesional de Sara, marcha viento en popa y acaba de lanzar una nueva línea de vestimenta a través de su plataforma online Slow Love . Se trata de una marca sostenible con materiales orgánicos y reciclados, es decir, favorece la economía circular.

Un sueño hecho realidad para ella, según ha confesado en varias ocasiones, pues suele tener muy presente su conciencia ecológica, como también su amiga y socia Isabel Jiménez , verdadero motor de la iniciativa. Tanto es así que la periodista de Mediaset le ha dedicado estas palabras en las redes sociales: «Muchas gracias por tu cabezonería y por haberte dejado la piel en esto. ¿Ves cómo se te da mejor a ti? Que todas las cabezonerías nos lleven a lugares tan bonitos como este».

De momento, no está claro si la pareja tiene previsto abandonar definitivamente Oporto, pero todo apunta a que así será. Han transcurrido cuatro años desde que Íker desembarcó en el histórico club portugués, después de salir del Bernabéu entre lágrimas y de haber conquistado dos campeonatos de Europa y un Mundial al frente de la selección española. No obstante, su cuarta temporada en Portugal ha llegado a su fin de manera totalmente brusca, en vista de que el destino les ha reservado a los dos un par de sustos relacionados con su salud.

Parecía que Casillas, tras el infarto, iba a aceptar la oferta para integrar la estructura técnica del Oporto, pero ahora la embestida del cáncer que sufre Carbonero ha trastocado todos los planes.