Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria, la crisis acaba en separación

Considerados como una de las parejas más elegantes a nivel internacional, el enlace de la mallorquina de delgada figura y ojos un tanto saltones y el príncipe más atractivo de la saga Simeon fue todo un acontecimiento. Pocas veces se ha visto una pareja tan enamorada y atractiva ante el altar. Hasta el mismísimo diseñador Valentino cayó rendido ante sus figuras y de ahí que Rosario colaborara hace un tiempo con su firma aunque fuera como musa (las malas lenguas decían que era porque así el italiano podía admirar también al hermoso Kyril) e hiciera que su fama como elegante aumentara al tiempo que crecían los abdominales de su esposo.

No se habla (aún) de terceras personas sino de incompatibilidad de horarios debido a sus múltiples ocupaciones (?). Eso y no decir nada es casi lo mismo pero al menos se confirma que el matrimonio cesa temporalmente, expresión acuñada por los Duques de Lugo para explicar su separacion (van a hacer ya dos años) y que ya es todo un recurso lingüístico para otras parejas, sobre todo las emparentadas con sangre real. Así fueron los casos recientes de los sobrinos del Rey Don Juan Carlos, Simoneta y Beltrán Gómez Acebo también con matrimonios «cesados temporalmente» hasta que lleguen los papeles del divorcio en caso de que no haya vuelta atrás.

Un «bombazo»

Instalados en Londres desde que se casaron los príncipes de Preslav apenas participan de la vida social española. Sí acuden todos los veranos a Mallorca, donde los paparazzi saben que tienen el día solucionado cada vez que el musculado Kyril acude a la playa con todo su arsenal de armamento deportivo para practicar las mil y una actividades que realiza con sus hijos (hay quien habla de una posible vigorexia a raíz de su físico). Es verdad que últimamente se les había visto sólo en actos sociales (en la fiesta de Mango o en la Pasarela Cibeles) dando pie a que se hablara (más) de posible crisis matrimonial. Hoy se confirma y habrá que esperar para saber si es definitiva, intemporal o con fecha de caducidad. Hasta ese momento la vuelta al mundo de los solteros del atractivo Kyril es todo un «bombazo» con el que muchos no contaban.