Roger Federer, invitado sorpresa en la boda de Pippa Middleton

Los fans de la realeza que se desplazaron hasta la iglesia medieval de St. Mark’s sufrieron una leve decepción ante la ausencia en el oficio de la novia estadounidense del Príncipe Harry , la actriz Megham Markle . Se especula con que pudo acudir más tarde a la cena en la villa familiar de los Middleton, porque se encontraba en Inglaterra.

Para compensar la cuota de famosos, el público pudo ver pasar al tenista suizo Roger Federer y a su mujer Mirka , y a Eugenia, hija del Príncipe Andres. El cuñado de la novia, el Príncipe Guillermo de Cambridge, llegó caminando ataviado con un elegante chaqué, al igual que su hermano menor Harry, que lo acompañaba.

La seguridad fue muy estricta y se pidió a los lugareños que no hablasen con la prensa, aunque muchos lo hicieron y con comentarios elogiosos, como que Pippa « estaba absolutamente hermosa y parecía muy contenta ». La prensa británica de más colmillo siempre dijo que la inteligente Carole, la madre de las hermanas Middleton, trazó una estrategia bien medida para que tuviesen buenos matrimonios , un poco como en las novelas de Jane Austen. Lo cierto es que lo ha logrado: un príncipe que un día será el rey y un financiero millonario , con una casa de 25 millones de euros en Chelsea . Todo un hito en la clasista Inglaterra para las hijas de una ex azafata de British Airways, nietas de un picador de mina.

Tal y como se esperaba, Pippa eligió un vestido del diseñador inglés Giles Deacon , de 48 años, formado en la cantera de la Central St. Martins y que trabajó en Bottega Veneta y Gucci antes de establecer su firma en 2003. Era un sencillo y elegante modelo de manga corta , muy inglés, completado con zapatos de satén color marfil del canario Manolo Blahnik , velo de Stephen Jones y tiara de Maiden Hair. El anillo de Pippa está valorado en unos 290.000 euros , lo que multiplica por diez el precio medio en una boda inglesa.

Pippa llegó al templo en un coche Jaguar E-Type descapotable de 1951 , conducido por su padre Michael, de cuyo brazo entró en la iglesia. La lluvia la respeto, pues cayó un gran chaparrón durante el oficio pero escampó cuando salieron los novios y muy sonrientes se besaron en el atrio. Los invitados se desplazaron caminando hasta la cercana Englefield House, donde hubo un breve aperitivo con champán, previo a la cena en el jardín de la casa de los padres de la novia, acondicionado con marquesinas de cristal y medidas anti paparazi . Tanto la misa como el aperitivo se celebraron en una finca propiedad del diputado conservador Richard Beynon .

Entre los invitados también estuvieron el hermano menor del novio, Spencer Matthews, de 28 años, popular porque es uno de los personajes de «Made in Chelsea», una serie sobre los cachorrillos de la jet; y Gary Goldsmith, un tío materno de las hermanas Middleton, millonario y controvertido por contar a la prensa rosa cotilleos sobre la Duquesa de Cambridge.