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La resaca de Telma

Todo un varapalo judicial es el que se han llevado Telma Ortiz y su novio Enrique Martín Llop tras la desestimación por parte de la juez de concederle las medidas cautelares para impedir que nadie la

Todo un varapalo judicial es el que se han llevado Telma Ortiz y su novio Enrique Martín Llop tras la desestimación por parte de la juez de concederle las medidas cautelares para impedir que nadie la retratara salvo en actos protocolarios. Desde que el fiscal se apuntó a la tesis de la desestimación de esas medidas todo indicaba que a Telma esta medida le iba a salir cara. Y las costas dicen que puede pasar de los 40.000 euros, toda una fortuna para bolsillos que viven de un sueldo normal y moliente y cuando, encima, a día de hoy, a ella no se le conoce oficio ni beneficio.

Por supuesto el asunto Telma y su batalla judicial contra más de 50 medios de comunicación ha sido el debate de la semana y lo que te rondaré. Han fallado las formas en el planteamiento y la juez considera que ser la hermana de la Princesa de Asturias sí implica una repercusión pública y a eso se añade el consentimiento que argumenta la propia Telma de aparecer retratada en según qué momentos, lo que contradice su pretensión de ser una persona anónima.

Por supuesto la derrota de las pretensiones de la hermana de la Princesa ante la Justicia han dado pie a un millón de interpretaciones y algunas de lo más absurdas, como considerar que a partir de ahora la intimidad de Telma Ortiz es de dominio público y que los paparazzi más aguerridos podrán hacer de su capa un sayo. Y nada más lejos de la realidad. Una cosa es que las medidas cautelares solicitadas fueran absurdas y mal enfocadas (¿pero dónde cabe pedir medidas cautelares contra algo que ya ha salido en prensa o televisión?) y otra que a partir de ahora se lancen vivas a la «caza del famoso» sin respetar ni el espacio físico donde se mueve ni el respeto que cualquier persona ha de recibir. Me congratulo de la respuesta de la juez en tanto que era anticonstitucional lo que pretendía la hermana de Doña Letizia, pero la animo a que denuncie todo acoso que considere contra su intimidad, imagen y honor. La ley ni lo ampara ni lo permite. Y de paso que cambie de asesores.

Más festivo fue el ambiente que se vive estos días en Cannes con motivo del festival internacional de cine. Una de las primeras fiestas fue la que organizó la firma de relojes y joyas Chopard para presentar el vestido-joya que lució la top Bar Rafaeli y que es obra de la italiana Alberta Farretti con 209 diamantes de Chopard aparte de otras piedras preciosas. Entre las invitadas no faltó la australiana Cate Blanchet ni la americana Misha Burton, que viajó hasta Cannes con sus padres y su perrito a quien da de beber en tazón de plata «vintage», que debe ser lo más entre las «celebrities». El momento más divertido fue cuando la actriz Juliet Lewis se quitó los tacones, se subió a la cabina del dj del local y se puso a «pinchar» música mientras por el micrófono animaba al personal a bailar. Al día siguiente la fiesta continuó en el picnic que la copresidenta de Chopard celebró en los jardines del lujoso hotel Eden-Roc de Mónaco. Sólo para mujeres y de lo más chic. Detalle de buen gusto: no faltó una pata de jamón ibérico ni un cortador de jamón que es lo más en las fiestas de postín.

También de pata negra es la pareja que forman Sebastián Palomo Danko y Olivia de Borbón. Son un gusto. No sólo no se esconden sino que aprovechan su relación para posar en todo aquello que les apetece. Así hicieron esta semana en la presentación de la nueva colección de relojes Tudor donde hablaron de lo bien que se encuentran, descartaron planes de boda a corto plazo y confesaron su pasión por los toros (él) y su desconocimiento total de ese mundo (ella). Nada como la naturalidad y sinceridad.

Buen poso en la pituitaria han dejado los últimos premios de Cosmopolitan a las mejores fragancias del año (Carolina Herrera para mujeres y Armani para hombres), velada que se celebró en el restaurante japonés Kabuki, uno de los «it» de la temporada madrileña. La guapísima Paloma Lago, la cada día menos antipática Carolina Adriana Herrera y el televisivo Christian Galvez, entre otros, se sumaron a esta jornada exclusiva de placeres gastronómicos. Pero para placer a manos llenas, el concierto que Pitingo ofrece hasta mañana en Madrid bajo el título de «Solería». Su noche de estreno contó con la presencia del músico Alejandro Sanz y de la pareja formada por Carlos Bardem y Dafne Fernández, entre otros. El cantante del nuevo flamenco es una delicia para todos los sentidos. ¡Qué pocos pueden decir lo mismo! n

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