A prisión el acosador de Amalia de Holanda por sus amenazas «tremendamente aterradoras»

Este martes un juez ha condenado al exmilitar a tres meses de prisión por haberse puesto en contacto con la Princesa a través de Instagram para enviarle mensajes de naturaleza «violenta, sexual y aterradora». Entre otras cosas, amenazó con violarla y con matar a un joven amigo suyo. Aseguró también que estaba ahorrando para comprarse una pistola y que el día de la fiesta nacional de los Países Bajos «no tendría escapatoria» y aprovecharía para acercarse a ella. «Sí niña. No hay escapatoria, mi odio por ti está creciendo todo el tiempo », escribió.

Guillermo y Máxima no tardaron en poner los mensajes en manos de las autoridades, que procedieron a su detención. En ese momento el ex soldado aseguró que estaba borracho en el momento de la conversación y que no había sido su intención hablar con la Princesa, un argumento que la justicia tumbó al descubrir que había estado investigando a la joven reiteradamente desde sus redes sociales. La Fiscalía solicitó inicialmente prisión de diez meses pero tras ser diagnosticado con esquizofrenia mediante de una evaluación psiquiátrica forense, se redujo la condena a tres meses.

El origen de la obsesión del acosador con la Familia Real holandesa se encuentra en el año 2016, cuando fue visto merodeando por los terrenos de Villa Eikenhorst, residencia en la que vivían por entonces, en un estado preocupante, tal y como recoge el medio «De Telegraaf». Desde aquel momento ha estado intentando encontrar la manera de acceder a la mayor de las hijas de los Reyes, con quien tiene especial fijación, aunque ha sido a principios de este año cuando han tenido lugar las que el tribunal describe como amenazas « tremendamente aterradoras ».

Ahora, Wouter G. tendrá que cumplir los tres meses de prisión y, posteriormente, someterse a un programa de recuperación que durará un máximo de cuatro años, tiempo en el que no puede ni acercarse ni relacionarse con ningún miembro de la Familia Real . Hasta ahora, el exmilitar se ha negado a someterse a los tratamientos recomendados por sus médicos e incluso a tomarse su medicación, además de contar con un largo historial de episodios violentos.