El Príncipe Harry se deja coleta, según uno de sus vecinos más ilustres

Precisamente «The Sun» aseguraba por aquel entonces que el Príncipe Harry, a diferencia de Guillermo, sí estaba preocupado por el futuro de su rojo pelazo y, antes de darse a la fuga con Meghan Markle, se sometió a un tratamiento de redensificación capilar valorado en 4.000 euros en la clínica Philip Kingsley, situada en el exclusivo barrio de Mayfair (Londres).

Lo que está claro es que, a falta de pelirrojos en el universo royal , el cabello del Príncipe Harry ha sido una de sus señas de distinción. Ese tono rojizo tan solo lo comparten, con mayor o menor intensidad, su tía Sarah Fergushon , sus primas Eugenia y Beatriz de York, Lalla Salma (la todavía esposa del Rey Mohamed VI de Marruecos) y, por supuesto, el pequeño Archie , el hijo que tuvo con Meghan Markle.

Y a propósito del cabello del Duque de Sussex (que, por cierto, la revista «People» le situó en lo más alto de la lista de príncipes más sexys del mundo), el actor Rob Lowe ha realizado un insólito comentario que solo una imagen podría verificarlo: el Príncipe Harry se habría dejado crecer la melena y luce coleta.

El cotilleo, que ha tomado las dimensiones de noticia, llegó vía Zoom durante el lateshow del presentador británico James Corden , quien, por cierto, fue uno de los invitados a la boda real de Harry y Meghan en Windsor, en 2018. Rob Lowe, un tipo bromista y simpático como pocos en Hollywood, contó, recién empezada la entrevista, que acababa de cruzarse con el Príncipe Harry por el área de Montecito (Los Ángeles), donde los Sussex se compraron una mansión el pasado verano por 12 millones de euros.

«Acabo de cruzarme con tu paisano, ese tesoro inglés, el Príncipe Harry, ¡hace justo diez minutos! Vive aproximadamente a un kilómetro y medio de mí. Ha estado muy recluido. Tratar de verle por el vecindario es como querer ver al monstruo del lago Ness , pero finalmente me encontré con él cuando conducía su coche. ¡Y puede que tenga una exclusiva!», exclamó Lowe.

«Fue todo muy rápido —continuó el actor—, pero me pareció ver que llevaba una cola de caballo ( ponytail ) . Ahí lo dejo. Como testigo accidental, me parece que su pelo le creció bastante y que lo llevaba peinado hacia atrás en lo que asumo que solo podía ser una coleta».

James Corden mostró su incredulidad y observó que lo mismo Lowe se estaba confundiendo de persona. Pero Lowe, entre risas, se mostró seguro: «Era él, porque le seguí hasta su casa y metió el coche dentro de su propiedad» . Sería, al cabo, una magnífica estampa de la rápida adaptación del nieto de la Reina de Inglaterra a la relajada vida californiana. Lástima que los Sussex apenas se prodiguen en los últimos tiempos con imágenes en sus redes sociales.

Si Rob Lowe no se hubiera equivocado de persona, o no hubiera estado bromeando, el Príncipe Harry no sería el primer miembro de la realeza en derribar un canon tan clásico como es el del peinado. Bien es cierto que han sido las mujeres, en su gran mayoría, las que se han atrevido a ir más lejos.

La más reciente, y una de las más impactantes, fue Charlene de Mónaco, quien, días antes de la Navidad, apareció en la entrega de regalos a los niños del Principado con la nuca y media cabeza rapada y la otra media, con una cortísima melena extra-lisa y mechas cobrizas. Un radical cambio de imagen —que acompañó con un maquillaje agresivo— que, según algunos especialistas en estética denota una «depresión» o «un cambio muy profundo» en alguien que por edad no le corresponde esa imagen.

Las cuñadas de la Princesa Charlene, Carolina y Estefanía de Mónaco, también se atrevieron a saltarse las «reglas»: la primera, hace unas semanas, luciendo canas en una impecable manera de decir que está cómoda con su edad (63 años) y, en 1997, atreviéndose un pelo cortísimo; y la segunda, a finales de los 80, cuando se tiñó el flequillo de amarillo pajizo y, antes, elevó su melena hacia el cielo con kilos de gomina, para estar en sintonía con su novio de por aquel entonces, un crápula llamado Mario Oliver.

Kal ina , hija del Rey Simeón de Bulgaria, está en las antípodas de sus finísimas cuñadas (Miriam de Ungría y María García de la Rasilla) y lo suyo es el estilo étnico: trencitas, rapados o turbantes, que completa con maquillajes de fantasía y bisutería de gran tamaño .

Carla Royo-Villanova , casada con Kubrat, uno de los hermanos Kalina, también se ha salido de la cuadrícula de una supuesta «corrección» dejándose el pelo blanco.

Pero quien siempre ha estado un paso más allá es Gloria von Thurn und Taxis , casada con Johannes von Thurn und Taxis y el alma de los mejores saraos de la jet set europea de los 80. La Nina Hagen de la realeza fue bautizada por la prensa como la princesa T.N.T. (en referencia a la dinamita) y durante años no renunció a su estética rompedora: vertiginosos cardados a base de demasiada laca, tintes agresivos, mucho cuero, hombreras gigantescas... Una auténtica reina del glam-punk que puso color y diversión al Gotha europeo.