La princesa Estelle brilla en Suecia

En dos de las estampillas los reyes Carlos Gustavo y Silvia posan en solitario, mientras que el tercer sello postal muestra la línea de sucesión al trono de Suecia, con Estelle sonriendo en el centro de la imagen acompañada de su madre la princesa heredera Victoria y de su abuelo, el rey Carlos Gustavo. Se trata, sin duda, de uno de los regalos más simbólicos que la pequeña ha recibido al cumplir cuatro años el pasado 23 de febrero , mientras sus padres, la princesa Victoria y Daniel Westling, esperan impacientes el nacimiento de su segundo hijo que llegará al mundo en las próximas dos semanas. Un acontecimiento que poco parece importar a Estelle, ya que, según declaró hace algunos meses la princesa Victoria, lo que de verdad desea la niña es tener un hamster.

No es esta la primera vez que la imagen de la princesa Estelle queda reflejada en un sello de la familia real, ya que, c on apenas dieciocho meses, la princesita participaba también en una de las series filatélicas creadas con motivo de los cuarenta años en el trono del rey Carlos Gustavo . En aquella ocasión, el artista Mårten Gustafsson realizó un retrato basado en una fotografía de un álbum familiar en la que aparecían los mismos personajes, con Estelle sentada en las rodillas de su madre, mientras su abuelo le cogía la mano.

La Princesa Leonor de España también fue la protagonista de un sello cuando tenía nueve años de edad. La emisión, con una tirada de 310.000 estampillas cuyo valor era de un euro, se titulaba “Grandes Premios” y se lanzó el pasado mes de octubre con ocasión de los primeros Premios Princesa de Asturias, ya que, durante treinta y cinco años, los galardones habían sido concedidos bajo el nombre Príncipe de Asturias. La hija de los reyes aparecía retratada por la fotógrafa Cristina García Rodero con un vistoso vestido de flores sobre el fondo del teatro Campoamor de Oviedo, escenario donde se realiza la ceremonia de entrega.

Su padre, el rey Felipe VI, contaba asimismo nueve años de edad cuando su fotografía fue utilizada por primera vez en un timbre al ser nombrado heredero al trono de España en el año 1977. El sello se tituló «Felipe de Borbón. Príncipe de Asturias. Príncipe Felipe y Basílica de Covadonga». Su valor era de cinco pesetas y en él se mostraba al príncipe con la Basílica de Covadonga al fondo y el escudo de Asturias en un primer plano.