La «pesadilla» de Concha Márquez Piquer y Ramiro Oliveros
Concha Márquez y Ramiro Oliveros
La cantante Concha Márquez Piquer y su marido, el actor Ramiro Oliveros, llevan unas semanas de auténtica «pesadilla» ante una situación «de lo más injusta» que están viviendo en sus carnes, y por la que quieren hacer unas declaraciones públicas para que se conozca el ... problema que padecen con un ex empleado doméstico de origen rumano. El matrimonio está convencido de que esa persona podría estar negociando su aparición en algún programa de televisión para contar «no sabemos qué de nuestras vidas», pero seguro que nada bueno a tenor de lo que ocurrió entre ellos. Como me cuenta la propia artista, Florín Baluta, que es como se llama el ex empleado que trabajó en su casa junto a su mujer, está denunciado ante la Justicia por robo y por «intento de extorsión». «La primera denuncia fue porque se fue de mi casa y me desaparecieron una serie de pertenencias, así como dos de mis perritos. Luego, pasado el tiempo, me entero de que ha ido a Antena 3 para participar en un programa hablando de mi familia. Algo pasaría en el último momento porque al final no entró en el plató. Esa misma noche le llamó a Ramiro por teléfono para citarle en un lugar alejado de la ciudad y pedirle dinero, advirtiéndole de que en caso de no atenderle, se atuviera a las consecuencias. Ramiro llamó a la Policía, le dijeron que no fuera y en su lugar fueron ellos». «La Policía -aclara Oliveros- me señaló que pusiera una denuncia por «intento de extorsión». Fueron a la cita, le detuvieron, le llevaron a la comisaría y, tras ser interrogado, pasó a disposición judicial. Pensamos que con esa detención Baluta sería confinado en el Centro de Internamiento para Extranjeros donde se harían los trámites para expulsarle de nuestro país, dado que estaba de forma ilegal en España, tenía dos denuncias por robo y acababa de cometer un delito de tentativa de extorsión, amenazas de secuestro -«conozco perfectamente la vida y horarios de tu hija», me dijo el día que me citó- y coacciones. Mi primera sorpresa fue que nuestro abogado nos indicó que nos presentáramos como acusación particular, solicitando su internamiento porque no había garantías de que pudiera ser detenido. Redactamos una nota para manifestar el miedo que siente mi familia y, sorprendentemente, el juez decidió dejarle en libertad. La única acción que pude hacer fue presentar ante el Juzgado de Guardia una queja por escrito y contratar un sistema de vigilancia privada ante la situación que se nos plantea». El matrimonio expresó a ABC la situación «de desamparo» que padecen, además de manifestar el temor a que Florín Baluta decida acudir a cualquier plató de televisión para hablar de ellos. «Queremos que todo el mundo sepa quién es ese señor y lo que nos ha hecho», subraya Márquez Piquer, quien añade que «no temo lo que pueda contar de mi familia, porque somos personas normales pero claro, calumnia que algo queda», dice.
Ver comentarios