Paulina Rubio: «Soy muy simple, como mi música»
Hija de la popular actriz Susana Dosamantes, la cantante y actriz mexicana Paulina Rubio fue inicialmente conocida en nuestro país por su turbulenta relación con Ricardo Bofill. Después de aquel episodio, hoy ya olvidado, la artista, que presentó en Antena 3 el programa «Vive el ... verano», ha sabido conquistar al público español con su quinto trabajo en solitario, «Paulina» (Muxxic), que va camino de vender, sólo en España, 400.000 ejemplares.
Lejos quedan ya sus comienzos musicales con el grupo juvenil Timbiriche, que ella misma ha calificado como «el mayor acierto de mi carrera». Desde 1991 lleva una andadura individual marcada por el éxito, jalonada por la publicación de los discos «La chica dorada», «24 kilates», «El tiempo es oro» y «Planeta Paulina». Además, ha sabido armonizar su trayectoria como cantante con la de presentadora televisiva y actriz de telenovelas -«Pasión y poder», «Baila conmigo» o «Pobre niña rica»- y cine -protagonizó «Bésame en la boca», de Abraham Cherem-.
Paulina, que debía competir en los Grammy Latinos -que tenían que haberse celebrado el pasado día 11 en Los Ángeles- por tres galardones (Mejor tema, Mejor álbum y Mejor cantante femenina), se ha propuesto como primera meta la conquista de los mercados europeo y estadounidense. De hecho, para el otoño prepara un álbum cantado íntegramente en inglés.
Esta noche, Paulina Rubio empieza en la plaza de toros de Las Ventas, junto a los leoneses de Café Quijano, una gira por las principales ciudades españolas. La cantante, que lleva dos décadas sobre los escenarios, pasará por Sevilla (21), Málaga (22), Barcelona (25), Zaragoza (27), Vitoria (28), La Coruña (29) y, por último, Valencia (2 de octubre).
-Tengo entendido que no le gustan los periodistas.
-No, sólo algunos. Estoy a favor de toda la gente positiva.
-¿Le molesta que se metan en su vida?
-La verdad es que me da igual.
-¿Quién es Paulina Rubio?
-Soy una mujer latina, contemporánea, futurista, independiente, sensible. Vamos, de carne y hueso.
-¿Cuál es su mayor defecto?
-Que soy muy apasionada. Y que estoy enferma de trabajar. Pero claro, para mí, subirse a un escenario no es un trabajo, es mi vida.
-¿Y su mayor virtud?
-La sinceridad.
-Tiene numerosos apelativos, como «ciclón mexicano» o «huracán latino». ¿Con cuál se siente más cómoda?
-La verdad es que me siento cómoda cuando me llaman con cariño de cualquier forma. Los fans de México se refieren a mí como «la niña dorada» o «la chica de oro». Ya digo, siempre que sea con cariño, yo estoy encantada.
-Además de la música, ¿qué otras cosas le motivan?
-Me motiva todo lo natural, lo que viene simple y sencillo: la familia, los amigos, la amistad, los paseos, los animales, las noches con luna llena, las estrellas. Las cosas simples que la vida te da gratis y que las valoras cuando tienes amor, cuando no tienes problemas. Soy muy simple, como mi música, que habla de cosas cotidianas: despecho, adrenalina, euforia, amor, nostalgia, desamor...
-El público español la conoció con un escándalo y ahora parece haberse rendido a sus dotes como cantante. Menudo cambio, ¿no?
-Ha sido muy rápido. En España me conocen desde hace muy poco. En el otro continente hace ya veinte años que saben de mí. Mi aterrizaje en este país lo he concebido con paciencia, sin prisas, muy honradamente. Me he mantenido al margen de todo. He tratado de concentrarme en mi música.
-Su carrera ha ido hacia arriba sin parar. ¿Qué guarda de sus inicios con el grupo juvenil Timbiriche?
-A todos mis amigos y compañeros, a toda una generación que ha crecido con nosotros.
-Después comenzó una brillante carrera sola. ¿Qué ha ganado con ella?
-Libertad de expresión. La posibilidad de expresar lo que siento, lo que tengo dentro de mí por medio de la música.
-¿Le ha sido tan fácil lograr el éxito como parece a primera vista?
-No, después de 20 años cantando, he llegado a la conclusión de que las cosas que valen la pena no son fáciles, ni un amor, ni una carrera artística. Desde lo material hasta lo más espiritual, todo cuesta.
-Lo digo porque está rompiendo en todas partes con su álbum «Paulina». ¿Dónde radica la clave de ese disco?
-Creo que tiene que ver con la música y con el mensaje que va dentro de esas canciones.
-¿Qué le da al público en directo?
-Todo mi ser. Euforia, ritmo, trato de hacer un espectáculo interactivo, donde el público pueda cantar conmigo.
-He leído que no ha empleado nunca la cirugía estética pero que no dudaría en utilizarla si fuera preciso.
-Eso es algo que se han inventado y que yo no dije. En este momento me encuentro muy bien, lo que es un reflejo del alma.
-¿Es verdad lo que dice, que vive para el amor?
-Sí, es verdad.
-¿Dónde lo encuentra?
-Es universal, existe en todas partes. Y yo lo vivo y lo veo así, sin doble sentido.
-Dicen que la utilización que hace del sombrero es una imitación de Madonna.
-Yo soy de México y el sombrero es un elemento que está dentro de mi cultura. Siempre me ha acompañado, desde pequeña.
-Últimamente las cantantes femeninas aparecen en los videoclips muy ligeras de ropa. ¿Es una condición para triunfar?
-No tiene que ser así, pero que cada cual haga lo que quiera.
-Hoy comienza una gira con Café Quijano por nuestro país. ¿Qué vibraciones tiene?
-Estoy encantada de compartir con ellos el escenario y la gira. Son mis amigos y hacemos una buena química juntos. Sólo tenemos en común la música y creo que será suficiente para deleitar al público.
-¿Habrá algún número especial?
-A lo mejor interpretamos un clásico mexicano juntos.
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